En rueda de prensa, el presidente de la Federación Española de Empresas de la Confección (Fedecon), Ángel Asensio, demandó que el sector sea reconocido como una actividad "de temporada" para poder realizar contratos fijos-discontinuos que permitan que parte de la plantilla de las empresas vaya dos meses al año al desempleo "sin correr el contador del paro".
Según apuntó, el sector tiene dos épocas diferenciadas, las temporadas de primavera-verano y otoño-invierno, y entre ambas se produce una "época valle" en la que se ha entregado la producción, pero no se ha recibido la materia prima para continuar la actividad, con lo que parte de la estructura de personal genera costes, pero "no ingresa recursos para las empresas".
La patronal explicó que la industria está sufriendo la caída de las ventas en el comercio, que entre marzo y abril alcanza entre un 20% y un 30%, así como el "estrangulamiento" financiero y el hecho de que las aseguradoras de riesgo están "cortando" los compromisos de cobertura adquiridos con las empresas.
En este contexto, el vicepresidente de Fedecon José Luis Marín criticó que las medidas adoptadas por el Gobierno para apoyar a este sector, que desde 2005 ha estado inmerso en un proceso de reestructuración para adaptarse a la liberalización del comercio textil, son "desastrosas" y no están solucionando los problemas que atraviesa en este momento de crisis, por lo que "urge volver a tirar las cartas".
Así, tras criticar que la línea específica del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para el textil "no es operativa" porque no cuenta con la garantía del Tesoro, la patronal demandó que "se avale al 100% por parte del Estado esta línea para que las empresas no sean rechazadas por los bancos" pese a tener la línea aprobada.
Además de estas medidas de apoyo de carácter laboral y financiero, Asensio reclamó "solidaridad" a las entidades financieras. "Si la banca no apoya a la moda española, sino que recorta la financiación, se genera más cierres de empresas, más impagados y más desempleo en el país". También pidió que "el capital vuelva a apostar por los sectores productivos", y apostó por incrementar las iniciativas para promover la internacionalización del sector.
El proceso de reestructuración de la industria de la confección, al que se ha sumado la crisis mundial, ha causado la pérdida de alrededor de 4.200 empresas entre 2003 y 2008, hasta contar al cierre del pasado año con 12.366 firmas, que emplean a más de 160.000 trabajadores (entre 30.000 y 40.000 menos que en 2005). En 2008, la producción cayó un 10,3%, hasta los 6.711 millones de euros.
Las exportaciones, sin embargo, crecieron el pasado ejercicio un 10%, lo que refleja, según la patronal, que el mercado internacional no cae tanto como el español, que es "uno de los peores". Por este motivo, Asensio demandó medidas "proactivas para inyectar confianza" en los ciudadanos y reactivar las ventas.
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