Las protestas fueron convocadas en la víspera de la cumbre de líderes mundiales del jueves, donde esperan tomar medidas concretas a fin de resolver la crisis financiera mundial que ha afectado a las naciones y a los trabajadores de todo el mundo.
Algunos manifestantes pintaron en las paredes del Banco Real de Escocia frases como "guerra de clases" y "ladrones". Otros embistieron a las columnas de la policía antimotines que los repelía a bastonazos.
Los manifestantes gritaban "¡Hay que abolir el dinero!" y congestionaron las calles en el área conocida como la City, mientras el primer ministro Gordon Brown y el presidente Barack Obama realizaban una conferencia de prensa en otro punto de la capital británica.
Hubo por lo menos ocho detenidos, y no se informó de heridos de gravedad.
El Banco Real de Escocia fue el centro de la indignación de los manifestantes porque tuvo que ser rescatado por el gobierno británico después de una serie de negocios desastrosos que lo llevaron al borde de la bancarrota. El banco tiene ahora como dueño mayoritario a los contribuyentes británicos.
Pese a eso, su ex director ejecutivo Fred Goodwin _ de sólo 50 años_ logró marcharse con una pensión de retiro de un millón de dólares, mientras que el desempleo en Gran Bretaña supera ahora los dos millones de personas y al parecer se encamina a los 3 millones para fin de año. Goodwin ha sido vilipendiado por la prensa británica.
Los helicópteros sobrevolaban las calles donde se realizaban las protestas y algunos edificios fueron protegidos por planchas de madera. Muchos bancos intensificaron su guardia de seguridad y centenares de agentes policiales se emplazaron en las calles.
Unos manifestantes portaban efigies de los "cuatro jinetes del Apocalipsis", representando la guerra, el caos climático, los delitos financieros y la pérdida de la vivienda.
Asomados por las ventanas de los bancos, algunos empleados se mofaban de los manifestantes y agitaban billetes.
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