ALICANTE.- Investigadores de Villajoyosa y las Universidades de París y Alicante han descubierto un santuario íbero que estuvo activo desde el siglo IV a.C. hasta el I d.C., según ha informado en un comunicado el Ayuntamiento de la localidad.
La Sección Municipal de Arqueología, Etnografía y Museos del Ayuntamiento de Villajoyosa está preparando la publicación de la memoria científica sobre las excavaciones realizadas desde 2005 en el yacimiento íbero del Tossal de la Malladeta.
Los trabajos de investigación han permitido situar en la Malladeta un santuario íbero, dedicado a la Diosa Madre --la diosa principal del panteón íbero cuyo nombre aún se desconoce-- desde el siglo IV a.C., y que se mantuvo en uso durante cinco siglos.
Así, la concejal de Cultura, Loli Such, ha explicado que "la memoria científica, que permite a los arqueólogos entender cómo fue cambiando el yacimiento y en qué momentos, se presentará a la Casa de Velázquez --Escuela Francesa de Arte y Arqueología en Madrid-- este verano para su publicación internacional".
No obstante, este manuscrito es el resultado final de un gran "sudoku arqueológico" de miles y miles de piezas halladas en ciento noventa estratos arqueológicos como fragmentos de cerámica y de terracotas de la Diosa Madre, vasos de vidrio y otros objetos entre los siglos IV a.C. y I d.C. que se han ido encontrado a lo largo de las diferentes excavaciones en la Malladeta.
Las investigaciones, iniciadas tras las primeras excavaciones en la zona en 2005, apuntan a que en la Malladeta hubo, desde el siglo IV a.C. "un santuario dedicado a la Diosa Madre que, siglos después, se destruyó por completo para construir un complejo de habitaciones que cubría toda la parte alta del cerro, y que probablemente mantuvo su carácter de lugar sagrado".
Más tarde, con el fin de la época íbera --aproximadamente coincidiendo con la vida de Cristo-- el complejo se abandonó, pero mantuvo el culto en la cima hasta que, con la concesión del título de ciudad a Villajoyosa en 74 d.C., se trasladó a nuevos templos en el nuevo foro romano.
Este trabajo de análisis y documentación corre a cargo de un equipo científico internacional, en el que participan el Ayuntamiento de Villajoyosa; la Université París X; la Maison René Ginouvés (un Instituto de Investigación de Arqueología y Etnología del CNRS en París, dirigido por el prof. Rouillard, codirector del "Proyecto Villajoyosa Ibérica") y el Área de Arqueología de la Universidad de Alicante.
Paralelamente, se han trasladado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Madrid, un grupo de terracotas de la Diosa Madre, para ser analizadas mediante difracción de rayos X, con el fin de averiguar su procedencia desde diferentes lugares del Mediterráneo occidental. Estas estatuillas están siendo estudiadas por Jesús Moratalla y por la arqueóloga francesa Frédérique Horn.
Por otra parte, los miles de fragmentos de cerámica de transporte, mesa, cocina, despensa o iluminación están siendo "minuciosamente catalogados" por la responsable de fondos museísticos del Museo de Villajoyosa, Amanda Marcos y por el director del museo y codirector del proyecto, Antonio Espinosa, con la colaboración de Marie de Jonghe, del equipo científico francés.
"Es un trabajo que requiere una alta especialización científica, para poder reconocer la procedencia y la fecha correctas de cada pequeño trozo de vasija de hace más de dos mil años", según han concluido las mismas fuentes.
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