ALICANTE.- La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, pidió al empresario Enrique Ortiz,
amigo suyo, tal y como consta en una conversación mantenida entre ambos
y reproducida durante el interrogatorio a la primera edil en calidad de
imputada en el conocido como 'caso Brugal', que tuvieran una reunión en un sitio "discretito". En concreto, le dijo: "no quiero que vayas al despacho (...), mejor quedamos en un sitio discretito".
Esta es una de las conversaciones que la alcaldesa de Alicante
escuchó durante los tres días de interrogatorio en el Tribunal Superior
de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), y corresponde a una
comunicación que tuvo lugar el 12 de mayo de 2008, cuando era delegada
de Urbanismo, en la que Ortiz le pide una reunión y propone acudir al
consistorio para verla.
"No quiero que vayas al despacho (...) no quiero que te vean allí",
afirma Castedo, y propone acudir ella a su despacho, a su domicilio o
que el empresario vaya a verla a su casa. Ortiz insiste en la urgencia
del encuentro para "hablar de todo" y así poder "marcar" su propia "estrategia".
La por entonces edil de Urbanismo propone también la posibilidad
de quedar para desayunar al día siguiente, pero hace hincapié en que
deben elegir "un sitio discretito". Ortiz llega a proponer quedar en su barco, pero Castedo lo rechaza porque le "da un poco de mal rollo".
"Bueno, déjalo, pero al final tendrás que ir", le responde el empresario.
Finalmente quedaron en la cafetería de un hotel de la zona del campo de golf, donde ambos coinciden que "no habrá mucha gente",
si bien unos minutos antes del encuentro, Ortiz llama a Castedo para
cambiar la ubicación tras enterarse de que está a punto de llegar a ese
mismo establecimiento el por entonces presidente de la Diputación de
Alicante, José Joaquín Ripoll.
Preguntada por el fiscal sobre el motivo de este encuentro, la
alcaldesa manifestó que no recordaba cuál era el tema a tratar. "No lo
recuerdo, pero no me extraña que, si me dijeron que estaba el señor
Ripoll, cambiara de sitio: no me extraña haberlo hecho, es un compañero
mío de partido y no tengo que dar explicaciones de las relaciones que
tengo y que ya son más o menos conocidas", apuntó.
Durante su interrogatorio, también fueron reproducidas varias
conversaciones relativas a una reunión mantenida el 14 de mayo de 2008
en la Gerencia de Urbanismo de Alicante, con Ortiz, Castedo y el
redactor del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) Jesús Quesada.
En un primer momento, Ortiz y Quesada días antes quedan en
celebrar el encuentro en el despacho del segundo, pero Castedo llama a
Ortiz para cambiar los planes: "He cambiado la ubicación de la reunión
de mañana porque si nos reunimos allí, se va a enterar el alcalde -Luis
Díaz Alperi- seguro, porque allí está el sobrino de Quesada, que es
íntimo de la hija del alcalde y es el que le va contando todo todo al
alcalde".
"Lo podemos hacer aquí en la Gerencia, como es por la tarde, no va a haber nadie", añade Castedo en su conversación.
La primera edil aseguró al magistrado que no recordaba esta
conversación, y recordó que el sobrino de Quesada había llegado a ser
gerente de Urbanismo. "Luego no había ninguna intención, ni buscábamos escondernos de nadie",
aseguró en su testimonio. Además, Castedo aseguró que en esta reunión
también participaron otras personas, entre ellas un responsable jurídico
municipal y otros técnicos municipales.
Sobre el contenido del encuentro, mantuvo que hablaron del PAU 3,
el APA 9 y Las Lomas del Garbinet, pero lo hablado no quedó "reflejado en ninguna acta", ni hay "rastro alguno" de lo allí tratado "porque no se llegó a ningún acuerdo".
El clima de la relación entre Castedo y su antecesor en el cargo
también es objeto de otra conversación anterior mantenida con Ortiz. "Es tremendo (Díaz Alperi), tengo que andar con un cuidado que no te lo puedes ni imaginar", comenta la edil.
"Sí, tienes que tener mano izquierda para que no te remueva el ganado", añade el empresario, a lo que Castedo asiente, y confirma que "sí" es así.
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