ALICANTE.- Empresarios de prestigio, altos ejecutivos de multinacionales y
expertos universitarios, todos ellos relacionados de una u otra forma
con Alicante, la Comunidad Valenciana o Murcia, formarán parte del
futuro consejo consultivo de SabadellCAM que la entidad está ultimando
estos días con la intención de ponerlo en marcha a principios del
próximo mes, según adelanta 'Información'.
El grupo ha decidido replicar de esta forma la misma
estructura organizativa que ha desarrollado con éxito con el Banco
Herrero en Asturias, el Atlántico en Andalucía o el Urquijo en Madrid y
que le ha permitido mantener el arraigo de todas estas entidades en sus
territorios de origen a pesar de su incorporación al Sabadell.
Su función será la de trasladar a los responsables del banco las necesidades y las inquietudes de los empresarios y clientes de las distintas zonas y también asesorar sobre las estrategias que puede desarrollar la entidad para crecer al mismo tiempo que contribuye al crecimiento económico de estos territorios. Sobre todo, teniendo en cuenta que el actual consejo de administración del Banco CAM desaparecerá en el momento en que se produzca su absorción por el Sabadell y ya no exista como sociedad independiente.
Para presidirlo, la entidad ha apostado por un hombre que ya conoce perfectamente la casa: el presidente de Porcelanosa, Héctor Colonques, quien también es miembro del consejo de administración de Banco Sabadell desde el año 2001 y uno de sus principales accionistas. Colonques representaría, además, la cuota valenciano-castellonense del consejo ya que el grupo ha tenido muy en cuenta el peso de las distintas provincias en el negocio de SabadellCAM a la hora de confeccionar la lista.
Así, otro de los empresarios de renombre que ya habrían aceptado formar parte de este organismo sería el murciano Tomás Fuertes, propietario del Grupo Fuertes, el conglomerado que controla el gigante de la alimentación El Pozo, que emplea a más de 5.500 trabajadores. Titulado en Alta Dirección de Empresas, en el año 2011 recibió la Medalla al Mérito en el Trabajo que otorga el Gobierno.
La cuota alicantina la cubrirán cuatro nombres muy diversos. Por un lado, el empresariado más tradicional de la provincia estará representado por el histórico Joaquín Arias, el presidente del Grupo Vectalia (antiguo Subús), que gestiona buena parte del transporte de pasajeros por carretera en la provincia, Albacete o Perpiñán, entre otras zonas. También tiene negocios de limpieza, restauración, seguridad o estaciones de servicio.
Por la rama de expertos, formará parte del consejo el catedrático de Organización de Empresas de la Universidad de Alicante, Joan Llopis Taverner. Autor o coautor de una decena de libros, también ha sido asesor en recursos humanos en ayuntamientos como los de Benidorm, Dénia o Santa Pola, por lo que conoce a la perfección toda la provincia.
Aunque ha desarrollado toda su carrera profesional fuera, también es alicantino el expresidente de Telefónica Media y exconsejero delegado de Antena 3, Juan José Nieto, que ocupará otro de los asientos del órganos consultivo de SabadellCAM. Tras iniciar su carrera en Goldman Sachs y Bankers Trust, en la actualidad es consejero de Uralita y de la multinacional Service Point.
El cuarto representante de la provincia será un hombre de la casa: el presidente del Sabadell United, la filial norteamericana del grupo, Fernando Pérez-Hickman (en la imagen). Hijo del prestigioso traumatólogo del mismo apellido, es otro caso de alicantino que triunfa en el exterior. No hay que olvidar que Estados Unidos es la gran apuesta del Sabadell para crecer fuera del mercado español.
Su función será la de trasladar a los responsables del banco las necesidades y las inquietudes de los empresarios y clientes de las distintas zonas y también asesorar sobre las estrategias que puede desarrollar la entidad para crecer al mismo tiempo que contribuye al crecimiento económico de estos territorios. Sobre todo, teniendo en cuenta que el actual consejo de administración del Banco CAM desaparecerá en el momento en que se produzca su absorción por el Sabadell y ya no exista como sociedad independiente.
Para presidirlo, la entidad ha apostado por un hombre que ya conoce perfectamente la casa: el presidente de Porcelanosa, Héctor Colonques, quien también es miembro del consejo de administración de Banco Sabadell desde el año 2001 y uno de sus principales accionistas. Colonques representaría, además, la cuota valenciano-castellonense del consejo ya que el grupo ha tenido muy en cuenta el peso de las distintas provincias en el negocio de SabadellCAM a la hora de confeccionar la lista.
Así, otro de los empresarios de renombre que ya habrían aceptado formar parte de este organismo sería el murciano Tomás Fuertes, propietario del Grupo Fuertes, el conglomerado que controla el gigante de la alimentación El Pozo, que emplea a más de 5.500 trabajadores. Titulado en Alta Dirección de Empresas, en el año 2011 recibió la Medalla al Mérito en el Trabajo que otorga el Gobierno.
La cuota alicantina la cubrirán cuatro nombres muy diversos. Por un lado, el empresariado más tradicional de la provincia estará representado por el histórico Joaquín Arias, el presidente del Grupo Vectalia (antiguo Subús), que gestiona buena parte del transporte de pasajeros por carretera en la provincia, Albacete o Perpiñán, entre otras zonas. También tiene negocios de limpieza, restauración, seguridad o estaciones de servicio.
Por la rama de expertos, formará parte del consejo el catedrático de Organización de Empresas de la Universidad de Alicante, Joan Llopis Taverner. Autor o coautor de una decena de libros, también ha sido asesor en recursos humanos en ayuntamientos como los de Benidorm, Dénia o Santa Pola, por lo que conoce a la perfección toda la provincia.
Aunque ha desarrollado toda su carrera profesional fuera, también es alicantino el expresidente de Telefónica Media y exconsejero delegado de Antena 3, Juan José Nieto, que ocupará otro de los asientos del órganos consultivo de SabadellCAM. Tras iniciar su carrera en Goldman Sachs y Bankers Trust, en la actualidad es consejero de Uralita y de la multinacional Service Point.
El cuarto representante de la provincia será un hombre de la casa: el presidente del Sabadell United, la filial norteamericana del grupo, Fernando Pérez-Hickman (en la imagen). Hijo del prestigioso traumatólogo del mismo apellido, es otro caso de alicantino que triunfa en el exterior. No hay que olvidar que Estados Unidos es la gran apuesta del Sabadell para crecer fuera del mercado español.
Ejecutivos del grupo
Por último, la entidad también ha querido incluir a los dos máximos responsables de SabadellCAM: su director general, Miquel Montes, que ha dirigido todo el proceso de integración de la antigua caja alicantina en el grupo; y el director territorial, Jaime Matas, su máximo responsable comercial y el que tendrá que tratar directamente con los empresarios y organizaciones de su ámbito de actuación.
La entidad baraja varias fechas para la celebración del primer encuentro de este consejo consultivo entorno al puente de diciembre. La fecha no es casual. Hay que recordar que el próximo 7 de diciembre se cumplirá el primer aniversario de la adjudicación de la CAM al Sabadell y, sobre todo, se producirá la plena integración de las redes y los sistemas informáticos para ser una sola entidad.
La CAM deja de estar intervenida
Un año y cuatro meses después de decretarla, el Boletín Oficial del Estado publicó la resolución del Banco de España por la que el supervisor bancario pone fin a la intervención de Caja Mediterráneo (CAM), lo que deja a la entidad -ya desposeída de su negocio financiero- en manos del Gobierno autonómico para su liquidación final y el traspaso de los bienes de la Obra Social a una nueva fundación que continúe esta labor. Para ello, la Generalitat nombrará en los próximos días una comisión gestora cuya composición todavía está negociando con los partidos de la oposición, principalmente con el PSPV, y también con el Ejecutivo regional murciano, según confirmaron fuentes oficiales.
Además, esta comisión también será la encargada de amortizar definitivamente las cuotas participativas de la CAM ya que, a pesar de que perdieron todo su valor en diciembre del año pasado, al reducirse a cero el capital de la caja para enjugar las pérdidas, los administradores designados por el FROB se marchan sin haber completado el trabajo de darlas de baja.
Sin duda, la negativa de José Antonio Iturriaga, Tomás González y Benicio Herranz a amortizar estos valores a 4,77 euros, tal y como aprobó el último consejo de administración de la caja antes de su destitución, será recordada como su decisión más polémica en estos 16 meses ya que provocó que más de 54.000 pequeños ahorradores no pudieran recuperar el dinero invertido.
Hasta que la gestora esté operativa, los tres representantes del FROB seguirán en sus puestos de forma interina para evitar el vacío de poder aunque sólo podrán tomar decisiones sobre "asuntos corrientes" del funcionamiento de la CAM -que mantiene su programación cultural y sus actividades-, según señalaron fuentes del Banco de España.
La decisión del supervisor se produce después de que la semana pasada entrara en vigor el nuevo decreto de órganos de gobierno de las cajas de ahorros, que implica la disolución automática de estas entidades una vez transcurridos cinco meses desde la pérdida de control de su negocio financiero, un plazo que la CAM ya había sobrepasado con creces. La medida, introducida a última hora y casi a escondidas por el PP para salvar a Rodrigo Rato del escarnio público que hubiera supuesto la celebración de la asamblea general de Caja Madrid, también supondrá la disolución automática de Bancaja el próximo martes.
En cualquier caso, la entidad alicantina ya se encontraba en proceso de liquidación desde que el 9 de julio su asamblea general se negase a amortizar las cuotas a cero euros, como pretendían los administradores del FROB, lo que provocó que estos diesen por concluido el cónclave sin dar lugar a la votación que hubiese transformado directamente la caja en una fundación, evitando estos últimos meses de incertidumbre.
Según las últimas cuentas presentadas por los administradores provisionales, Caja Mediterráneo acumula todavía 137 millones de euros de patrimonio, de los que 136 millones corresponden al Fondo de la Obra Social, su único activo real después de que el negocio financiero fuera segregado y adjudicado al Sabadell en diciembre del año pasado. De esta cantidad, unos 80 millones corresponde a dinero disponible en tesorería, la mayoría en depósitos a plazo, y el resto al valor de los edificios y obras de arte de su propiedad.
Además de las distintas "aulas" de cultura que posee repartidas por todo su territorio de actuación, la Obra Social de la CAM también es dueña de la Casa Museo Modernista de Novelda o del Museo Azorín de Monóvar, entre otros bienes culturales emblemáticos. Además, mantiene una plantilla de 38 personas, de las que 35 son indefinidas.
La misión de la gestora será transferir todos estos bienes a una nueva fundación. El gran problema será buscar fuentes de financiación alternativas para este nuevo organismo ya que el Sabadell ha rechazado formar parte de la misma como patrono al considerar que estará demasiado politizada. Así, el banco catalán ha puesto en marcha su propio comité de patrocinios y mecenazgos para desarrollar su programa de responsabilidad social corporativa.
El Banco de España ordenó la destitución del consejo de administración de la CAM el 22 de julio de 2011 ante la incapacidad del mismo para redactar un plan que garantizase la viabilidad de la caja. Tras la intervención, los administradores afloraron unas pérdidas de 2.700 millones de euros en 2011 debido, sobre todo, a los desmanes de sus inversiones inmobiliarias.
En la actualidad, cinco exaltos cargos de la entidad, entre ellos el expresidente Modesto Crespo y los exdirectores generales Roberto López y María Dolores Amorós, están imputados en la causa que instruye la Audiencia Nacional por los supuestos delitos de administración desleal, apropiación indebida y estafa.
Por último, la entidad también ha querido incluir a los dos máximos responsables de SabadellCAM: su director general, Miquel Montes, que ha dirigido todo el proceso de integración de la antigua caja alicantina en el grupo; y el director territorial, Jaime Matas, su máximo responsable comercial y el que tendrá que tratar directamente con los empresarios y organizaciones de su ámbito de actuación.
La entidad baraja varias fechas para la celebración del primer encuentro de este consejo consultivo entorno al puente de diciembre. La fecha no es casual. Hay que recordar que el próximo 7 de diciembre se cumplirá el primer aniversario de la adjudicación de la CAM al Sabadell y, sobre todo, se producirá la plena integración de las redes y los sistemas informáticos para ser una sola entidad.
La CAM deja de estar intervenida
Un año y cuatro meses después de decretarla, el Boletín Oficial del Estado publicó la resolución del Banco de España por la que el supervisor bancario pone fin a la intervención de Caja Mediterráneo (CAM), lo que deja a la entidad -ya desposeída de su negocio financiero- en manos del Gobierno autonómico para su liquidación final y el traspaso de los bienes de la Obra Social a una nueva fundación que continúe esta labor. Para ello, la Generalitat nombrará en los próximos días una comisión gestora cuya composición todavía está negociando con los partidos de la oposición, principalmente con el PSPV, y también con el Ejecutivo regional murciano, según confirmaron fuentes oficiales.
Además, esta comisión también será la encargada de amortizar definitivamente las cuotas participativas de la CAM ya que, a pesar de que perdieron todo su valor en diciembre del año pasado, al reducirse a cero el capital de la caja para enjugar las pérdidas, los administradores designados por el FROB se marchan sin haber completado el trabajo de darlas de baja.
Sin duda, la negativa de José Antonio Iturriaga, Tomás González y Benicio Herranz a amortizar estos valores a 4,77 euros, tal y como aprobó el último consejo de administración de la caja antes de su destitución, será recordada como su decisión más polémica en estos 16 meses ya que provocó que más de 54.000 pequeños ahorradores no pudieran recuperar el dinero invertido.
Hasta que la gestora esté operativa, los tres representantes del FROB seguirán en sus puestos de forma interina para evitar el vacío de poder aunque sólo podrán tomar decisiones sobre "asuntos corrientes" del funcionamiento de la CAM -que mantiene su programación cultural y sus actividades-, según señalaron fuentes del Banco de España.
La decisión del supervisor se produce después de que la semana pasada entrara en vigor el nuevo decreto de órganos de gobierno de las cajas de ahorros, que implica la disolución automática de estas entidades una vez transcurridos cinco meses desde la pérdida de control de su negocio financiero, un plazo que la CAM ya había sobrepasado con creces. La medida, introducida a última hora y casi a escondidas por el PP para salvar a Rodrigo Rato del escarnio público que hubiera supuesto la celebración de la asamblea general de Caja Madrid, también supondrá la disolución automática de Bancaja el próximo martes.
En cualquier caso, la entidad alicantina ya se encontraba en proceso de liquidación desde que el 9 de julio su asamblea general se negase a amortizar las cuotas a cero euros, como pretendían los administradores del FROB, lo que provocó que estos diesen por concluido el cónclave sin dar lugar a la votación que hubiese transformado directamente la caja en una fundación, evitando estos últimos meses de incertidumbre.
Según las últimas cuentas presentadas por los administradores provisionales, Caja Mediterráneo acumula todavía 137 millones de euros de patrimonio, de los que 136 millones corresponden al Fondo de la Obra Social, su único activo real después de que el negocio financiero fuera segregado y adjudicado al Sabadell en diciembre del año pasado. De esta cantidad, unos 80 millones corresponde a dinero disponible en tesorería, la mayoría en depósitos a plazo, y el resto al valor de los edificios y obras de arte de su propiedad.
Además de las distintas "aulas" de cultura que posee repartidas por todo su territorio de actuación, la Obra Social de la CAM también es dueña de la Casa Museo Modernista de Novelda o del Museo Azorín de Monóvar, entre otros bienes culturales emblemáticos. Además, mantiene una plantilla de 38 personas, de las que 35 son indefinidas.
La misión de la gestora será transferir todos estos bienes a una nueva fundación. El gran problema será buscar fuentes de financiación alternativas para este nuevo organismo ya que el Sabadell ha rechazado formar parte de la misma como patrono al considerar que estará demasiado politizada. Así, el banco catalán ha puesto en marcha su propio comité de patrocinios y mecenazgos para desarrollar su programa de responsabilidad social corporativa.
El Banco de España ordenó la destitución del consejo de administración de la CAM el 22 de julio de 2011 ante la incapacidad del mismo para redactar un plan que garantizase la viabilidad de la caja. Tras la intervención, los administradores afloraron unas pérdidas de 2.700 millones de euros en 2011 debido, sobre todo, a los desmanes de sus inversiones inmobiliarias.
En la actualidad, cinco exaltos cargos de la entidad, entre ellos el expresidente Modesto Crespo y los exdirectores generales Roberto López y María Dolores Amorós, están imputados en la causa que instruye la Audiencia Nacional por los supuestos delitos de administración desleal, apropiación indebida y estafa.
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