Minutos después de su intervención previa a la de Puig, el abogado alicantino Boyer tuvo que ser sacado del local en volandas al comenzar a sentirse mal, sin poder llegar a la puerta de la calle hasta derrumbarse literalmente antes de intentar ser colocado en una silla de ruedas.
Boyer que, al parecer padece una diabetes, perdió la consciencia y vomitó, por lo que se optó por avisar a una ambulancia con soporte vital básico del SVS ante la ausencia de un médico en el acto.
Luego, personal sanitario del SVS intentó reanimarlo durante bastante tiempo, incluso una vez se había marchado del lugar el presidente de la Generalitat, dejando a Boyer todavía en manos del equipo médico dentro de la ambulancia tratando de restablecer la situación anterior del desfallecido.
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