La concentración, convocada por el partido FPÖ, reunió entre otros a negacionistas, partidarios de las teorías de la conspiración y fundamentalistas cristianos, que coinciden en calificar la vacunación obligatoria de "dictadura".
Los mayores de 14 años residentes en Austria -excepto embarazadas o personas con problemas médicos- estarán obligados a vacunarse.
Esta idea también es defendida por el líder del FPÖ, Herbert Kickl, que en los últimos días aseguró por redes sociales que su partido no es contrario a las vacunas contra la covid-19, sino de que sean obligatorias.
En Austria, donde el 68% de la población tiene la pauta completa anticovid, se calcula que existen 1,4 millones de personas mayores de 14 años que todavía no se han vacunado.
La manifestación comenzó sobre el mediodía con un aire festivo pese a las temperaturas cercanas a los cero grados, que no impidieron a los reunidos mostrar su rechazo a las restricciones, incluido el confinamiento general que concluye esta medianoche.
El confinamiento continuará para los no vacunados, que solo podrán salir de sus viviendas para ir al trabajo, a su centro de estudio o para satisfacer necesidades básicas como comprar alimentos y medicamentos, así como pasear y hacer ejercicio al aire libre.
"Dictadura", "Vacunación obligatoria = Fascismo" o "Los nazis han vuelto", así como mensajes que demandan la dimisión del Gobierno austríaco fueron algunas de las pancartas que mostraron los asistentes durante la marcha.
Una versión del famoso lema de campaña de Donald Trump, "Make America Great Again" (Hagamos que América vuelva a ser grande), se vio reflejado entre los participantes con un "Make Austria Free Again" (Hagamos que Austria vuelva a ser libre).
El eslogan feminista "Mi cuerpo, mi elección", empleado en protestas alrededor del mundo para defender los derechos reproductivos, también tuvo su protagonismo en la manifestación austríaca para expresar la oposición a la vacuna.
Pese a que la concentración mantuvo un tono pacífico, la Policía llevó a cabo varias detenciones y controles para garantizar la seguridad, recordando el uso de las mascarillas y la distancia.
El Gobierno de conservadores y ecologistas de Austria ha sido el primero de la Unión Europea en imponer una vacunación obligatoria al conjunto de la población, con multas previstas de hasta 3.600 euros para quienes no se inmunicen contra el coronavirus a partir de febrero.
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