VALENCIA.-El portavoz del PSOE en el Senado y ex líder del socialismo valenciano, Joan Lerma, continúa siendo uno de los referentes indiscutibles del partido. El baile de candidatos del pasado mes de julio –dos confirmaron sus opciones (Jorge Alarte y Ximo Puig) y otros dos exploraron sus posibilidades (Jordi Sevilla y Francesc Romeu)– devolvió al ex jefe del Consell al primer plano del debate político en la Comunidad Valenciana.
Lerma propuso hace unas semanas que se integrara a todos los candidatos en una sola opción. Se refirió al buen papel que puede hacer el ex ministro Jordi Sevilla, pero también se mostró partidario de integrar a Jorge Alarte. El alcalde de Alaquàs aplaudió la propuesta, y el gesto dejó entrever un cierto entendimiento entre el ex líder del partido y el joven aspirante.
Pero muy poco antes, Lerma había ejecutado una de esas maniobras que le han servido, desde que dejara la secretaría general hace ya 10 años, para ocupar una posición privilegiada en relación con la dirección socialista.
En una charla con el ex ministro de Sevilla –que ha hablado prácticamente con todos los referentes del partido en la Comunitat– Lerma sugirió a Sevilla una alianza que se visualizaría con el apoyo al ex ministro. ¿Para secretario general? Noooo... Para presidente del partido. La diferencia entre un cargo y otro no es poca, precisamente. El secretario general es el líder del partido; el presidente tiene la misma función que los jarrones chinos: decorar.
Lerma trasladó a Sevilla –según fuentes próximas al ex ministro– que desde el puesto de presidente del PSPV, podría optar en 2011 a ser el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat. El mensaje vino a ser que, puesto que el ex ministro no dispone por sí solo del suficiente peso orgánico, podría dejar de lado la organización, y dedicarse desde la presidencia del partido a esperar el arranque de la carrera electoral. ¿Y el aparato? Claro, el aparato del partido se quedaría, y por lo tanto seguiría, en manos de Joan Lerma.
No al aparato
La propuesta de Lerma no tuvo una respuesta afirmativa por parte del ex titular de Administraciones Públicas. Y no es que algunos de los razonamientos del senador anden equivocados. Sevilla ha dejado entrever en alguna ocasión que si objetivo, por encima del control del aparato del partido, es la candidatura electoral de 2011, aunque es consciente que una cosa lleva a la otra. Pero de ahí a pensar que los cuentos de la lechera se cumplen, va un trecho. Ocupar el puesto de presidente del partido es una decisión que corresponde al secretario general. Por lo tanto, está sometido a la disciplina que marca éste. Sólo el secretario general puede garantizar esa designación.
Y desde luego, en ningún caso eso abre ningún camino para ser candidato a la presidencia de la Generalitat. Aunque la tradición puede cambiar, hasta la fecha los candidatos del PSPV a presidir la Generalitat han sido los secretarios generales. Nadie puede comprometer a priori una decisión de un secretario general, que no se conoce, en el sentido de renunciar a ser el cabeza de lista electoral.
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