El dinero se acaba. Y los intermediarios financieros no están dispuestos a seguir presentándose a todo lo que se tercie para seguir cubriendo las emisiones de deuda que insuflan liquidez al sistema. El entorno económico, plagado de incertidumbres que crecen semana tras semana, tampoco ayuda. El asunto es que si no hay recursos, la reordenación financiera española, que sigue su curso, no podrá cerrarse con éxito. Y en el seno del Banco de España lo saben.
De momento, los números están sobre la mesa. Y el FROB —Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria— dispone de un colchón que, de momento, no cubriría todo lo que necesita para completar el proceso. De hecho, necesita... ¡más madera!
Y las cifras son las que son. A día de hoy, el organismo dependiente del Banco de España dispone de una hucha de cerca de 7.000 millones de euros, para unas necesidades previstas en el futuro inmediato de 5.528 millones (ver gráfico adjunto). Un «gap» que podría estrecharse de conocer a ciencia cierta las necesidades definitivas de cada entidad. Pero eso requiere tiempo y, seguro, más capital.
Ahora bien, para llegar a esa cifra en concreto —6.884 millones exactamente— hay que retrotraerse a los primeros inicios del FROB. Así, el fondo —con una capacidad de endeudamiento de 27.000 millones, y puede aumentarlo hasta los 90.000 con la aprobación del Ministerio de Economía— nacía en junio del pasado año con un capital inicial de 9.000 millones, de los que 6.750 millones fueron con cargo a los Presupuestos Generales del Estado y otros 2.250 millones procedían del Fondo de Garantía de Depósitos.
Además, el FROB realizaba una emisión de deuda por importe de 3.000 millones en noviembre de 2009. En total, contaba con 19.750 millones de euros, insuficientes —según algunos expertos financieros— para atender a las futuras necesidades de las entidades.
Desde entonces, el FROB ha gastado 12.866 millones de euros, lo que implica que aún quedan 6.884 millones para seguir con la recapitalización de las cajas con las que el regulador ha comprometido ayudas: Catalunya Caixa, Novacaixagalicia, Liberbank, Unimm y Banco Mare Nostrum, serán las próximas en percibir sus inyecciones apalabradas.
Dudas por la CAM
En principio, las cuentas cuadran, pero la situación actual de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), hasta que se produzca su resolución, llena de dudas tanto a los mercados como al regulador. «En el Banco de España esperan que mañana se presenten varias ofertas por la CAM, si bien en esta fase se trata de ofertas no vinculantes por lo que los grandes bancos que han sido presionados por el supervisor responderán a la llamada inicial. Otra cosa es que esas ofertas pasen a la segunda fase vinculante si no existe un esquema de protección de activos (EPA) que garantice la cobertura con ayudas del FROB de todos los activos dudosos», asegura un analista financiero.
Fuentes consultadas consideran que si se produce este tipo de solución en el seno de algunas cajas de ahorros habrá cierto resquemor «por lo que en el mercado financiero español se considera una asimetría en el tratamiento de la reestructuración bancaria. Los procesos de consolidación llevados a cabo a partir de los SIP no se han visto insuflados por ayudas de tamaña naturaleza». Hablamos de los célebres 16.000 millones de euros que adelantaba ABC en sus páginas esta semana— como activos de dudoso cobro que, para el caso y para los potenciales ofertantes, se consideran como activos fallidos.
Mientras, el esquema de protección de activos que tiene previsto el Banco de España cubrirá el 80% de las pérdidas hasta 2.500 millones y el 90% del resto, lo que podría convertirse, según algunos expertos, en una pérdida de unos 500 millones que nadie estaría dispuesto a asumir. Esto podría obligar al gobernador Fernández Ordóñez a ampliar esa garantía hasta el 100% de las pérdidas.
Lo mismo sucede con la liquidez, que se ha convertido en la clave de la subasta: el cuaderno de venta contempla una línea de financiación del Banco de España de 2.500 millones, pero dado que la CAM tiene que afrontar unos vencimientos de deuda que nadie va a refinanciar a largo plazo de 1.413 millones en lo que queda de 2011 y de 5.925 en 2012, esa liquidez tendrá que ser mucho mayor.
Más liquidez
A todo ello se une la nueva oleada de crisis financiera que asola los mercados. De hecho, esta semana unas declaraciones del comisario europeo de Mercado Interior, Michel Barnier, hicieron saltar la alarmas. Barnier insinuaba en una entrevista que algunos bancos europeos podrían necesitar ayudas del Estado, aunque comentaba que sería mejor que se recapitalizaran «con medios privados».
Se trataría, según se precisaba más tarde en el «Financial Times», que cita fuentes francesas, de 16 entidades, siete de ellas españolas, las que pasaron con un simple aprobado las pruebas de resistencia del pasado julio, ya que sus ratios de capital superaban por poco el mínimo exigido del 5% en el peor de los tres escenarios que contemplaban las pruebas para 2012.
Las citadas pruebas, organizadas en julio por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglés) examinaron a 91 entidades, de las que sólo ocho las suspendieron, cinco de ellas españolas, que no llegaron al 5% mínimo, porque no se les permitió contabilizar como capital las provisiones ni los bonos convertibles.
La patronal bancaria AEB reaccionó con rapidez y afirmó que las noticias que afirman que las entidades españolas Banco Popular, Bankinter, Bankia, Banca Cívica, NovacaixaGalicia, Banco Sabadell y Caixa Ontinyent necesitan más capital son «imprudentes», «injustas» y «sin fundamento».
Por su parte, el ministro de Fomento, José Blanco, aseguró que las entidades españolas no necesitan capital adicional al inicialmente previsto, y consideraba que afirmar lo contrario genera incertidumbre y desconfianza.
Ahora solo falta que la realidad sea esa y que si el FROB necesita más capital para ayudas pueda lograrlo a través de nuevas emisiones de deuda. La última, en principio, no fue precisamente un éxito. El pasado 6 de julio, el FROB solo logró colocar 1.750 millones de euros en bonos a cinco años, por debajo del objetivo de la subasta, fijado entre 2.000 y 3.000 milllones. Y lo hizo ofreciendo una rentabildiad del 5,5%, un interés once veces superior al de su primera emisión, en noviembre de 2009.
Está por ver si lo logra mejorar. Ahora, la situación de los mercados no es la más adecuada para ello. Más bien todo lo contrario. La indecisión sobre el futuro de Grecia, que sigue pleneando de fondo, sacude una y otra vez a Italia y España y, según fuentes del sector, podría pasar factura a la capacidad de financiación del FROB.
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