LONDRES.- La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha rebajado dos escalones la nota de solvencia a largo plazo de la Comunidad Valenciana, que pasa a situarse en 'BBB' desde 'A-', mientras que ha colocado en "vigilancia negativa" las calificaciones de Murcia ('A') y Cataluña ('A-').
Este anuncio es consecuencia de la decisión de Fitch de colocar el pasado 16 de diciembre en vigilancia negativa las calificaciones de España y de otros países de la eurozona como Bélgica, Italia, Chipre, Irlanda o Eslovenia.
La agencia mostró su preocupación por el cada vez más difícil entorno operativo y los mayores riesgos de refinanciación por las dificultades de acceder a la liquidez. Asimismo, el proceso de revisión se centrará en las presiones soportadas por las regiones para la amortización de la deuda en 2012, así como en los resultados de las medidas de austeridad introducidas en 2011.
"Las tres regiones ha acometido recientemente emisiones minoristas de bonos al estar prácticamente cerrado su acceso a los mercados internacionales de capitales. Sin embargo, la más reciente de estas emisiones minoristas, realizada por Valencia, no cumplió las expectativas al cubrirse únicamente el 58%, mientras los tradicionales métodos de financiación son también cada vez más difíciles", explica Fitch.
En el caso de la Comunidad Valenciana, la rebaja de calificación refleja su complicada situación de liquidez y el hecho de que la región haya agotado la mayoría de sus opciones de obtener financiación.
Además, según los datos del Banco de España, al menos un 18,5% de los vencimientos de la región se concentran en un año, lo que la vuelve vulnerable al riesgo de refinanciación.
"Dada la exposición de Valencia a los mercados nacionales e internacionales de capitales, Fitch confía en la disponibilidad por parte del Gobierno central de algún tipo asistencia financiera en caso de necesidades graves de liquidez", señala Fitch.
Por otro lado, la calificadora de riesgos ha decidido retirar los 'ratings' de la Comunidad Valenciana al considerar que este emisor ya no es relevante para la cobertura de la agencia, por lo que ya no proporcionará calificaciones ni cobertura analítica de esta región.
En el caso de Cataluña y Murcia, Fitch explica que la condición de "vigilancia negativa" implica que los 'ratings' de ambas comunidades autónomas se encuentran sometidos a una "revisión activa" y cuentan con una "elevada probabilidad" de sufrir una rebaja en el corto plazo. De hecho, la agencia confía en completar su análisis en el primer trimestre de 2012.
En el caso de Murcia, la calificadora de riesgos refleja el difícil entorno operativo y las tensiones de liquidez como refleja el creciente recurso a entidades comerciales de crédito para financiar sus déficit de capital.
Respecto al 'rating' de Cataluña, Fitch señala que la "vigilancia negativa" refleja su débil situación presupuestaria, así como los desafíos a los que se enfrenta la Administración catalana para reducir su déficit a corto plazo.
"Aunque Fitch reconoce que la Administración ha anunciado significativas medidas para recortar los costes, existen considerables riesgos de ejecución a la hora de garantizar que todas las medidas serán completamente introducidas y aplicadas", explica la agencia.
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