CIUDAD DEL VATICANO.-El Papa ha denunciado este viernes 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo
y cuando la Iglesia celebra la memoria litúrgica de San José Obrero,
los trabajos "mal pagados" que le quitan la dignidad a la gente al
tiempo que ha elogiado a los "buenos empresarios" que no despiden y
cuidan de sus empleados.
"Hoy hay muchos esclavos,
esclavos del trabajo para sobrevivir: trabajo forzado, mal pagado, con
la dignidad pisoteada. Se le quita la dignidad a la gente. Por ello,
cualquier injusticia cometida contra el trabajador es un atropello a la dignidad humana", ha señalado el pontífice.
Francisco
ha hecho estas consideraciones en el marco de la misa que ha celebrado
como cada mañana en la Casa Santa Marta, su residencia en el Vaticano.
Desde
la capilla de esta iglesia, ha pedido oraciones por todos los
trabajadores para que sean justamente remunerados y para que puedan
tener un trabajo digno.
"Hoy, que es la fiesta de San José Obrero,
también el Día del Trabajador, rezamos por todos los trabajadores. Por
todos. Para que a nadie le falte el trabajo y que todos sean justamente
remunerados y puedan gozar de la dignidad del trabajo y la belleza del
descanso", ha dicho en su homilía.
El
Pontífice ha hecho hincapié en que el hombre con su trabajo "continúa
la obra creadora de Dios" toda vez que ha alertado de que también hoy la
dignidad de muchas personas es pisoteada.
"Hoy nos unimos a muchos
creyentes y no creyentes que celebran este día del trabajador para
aquellos que luchan por la justicia en el trabajo", ha añadido.
En la Misa matutina, que desde que comenzó la pandemia
se retransmite en directo, el Papa ha comentado el pasaje del Libro del
Génesis (1,26-2,3) en el que se describe la creación del hombre a
imagen y semejanza de Dios.
"Dios, en el séptimo día, llevó a
cumplimiento el trabajo que había hecho y cesó en el séptimo día de todo el trabajo que había emprendido", ha explicado.
"Dios -ha afirmado- entrega su actividad, su trabajo, al hombre, para
que colabore con él". De este modo, ha señalado que "el trabajo humano
es la vocación recibida de Dios y hace al hombre semejante a Dios porque
con el trabajo el hombre es capaz de crear".
Asimismo, ha pedido oraciones por los buenos empresarios "que no quieren despedir a la gente"
y "que cuidan a los trabajadores como si fueran sus hijos".
Finalmente,
el obispo de Roma ha pedido la intercesión de San José para que ayude a
los cristianos a "luchar por la dignidad del trabajo, para que haya
trabajo para todos y que sea un trabajo digno".
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