Lo dice Lierre Keith, autora del libro “El mito vegetariano”: “Las dietas vegetarianas tienen dos problemas: uno de exceso y otro de deficiencia. Estas dietas contienen demasiados carbohidratos y demasiados ácidos grasos Omega-6. El cuerpo humano nunca estuvo hecho para manejar tanta cantidad de azúcar, y los Omega-6 producen inflamación en todo el cuerpo”.
Y esas mierdas que tienen que disfrazarse de hamburguesas y tomar forma de salchichas, “son malas para la salud y malas para el medio ambiente”, peor que malas para el medio ambiente.
Y, sin embargo, tú, putrefacto globalista, has firmado un acuerdo según el cual, “ambas organizaciones establecerán un compromiso conjunto para trabajar en concienciar a la sociedad acerca de la importancia de reducir el consumo de carne para minimizar el impacto medioambiental de los alimentos”.
Te cito de nuevo a Lierre Keith, so berzotas, que fue vegana 20 años, desde los 15, cuya salud se colapsó: Feminista y ecologista vinculada a diferentes movimientos de izquierda, la espondoliosis, los episodios de hipoglucemia, la amenorrea, el agotamiento, la ansiedad y la depresión que jornada tras jornada la afligían acabaron desmontando toda su ideología alimentaria, comenzada muy joven: “Era muy joven, apenas tenía 15 años, y como la mayoría de veganos o vegetarianos conocí a otra persona que pertenecía a este mundo.
Esa es la principal razón por la que la mayoría se convierte. Los veganos te ofrecen un modelo perfecto: basta cambiar un factor tan elemental como la dieta y solucionaremos los problemas de aquellos que mueren de inanición, salvaremos el planeta, los animales…”
Y a eso es a lo que quieres conducir a los jugadores y seguidores del Real Madrid, a esa ruina, a esa cochambre…vendiendo tu alma, y la del Real Madrid, se revuelve Santiago Bernabéu en su tumba, al diablo de Bill Gates, siendo un lacayo de esa chorrada, de esa parida vomitiva de la ingeniería social alimentaria.
Más vale que te la comas tú y se la des a comer a tus invitados del palco del Real Madrid, famoso -eso dicen- porque toda corrupción tiene su asiento, y donde asisten sapos y culebras a los aquelarres que montas, de forma que nada es fútbol y todo es business.
Con Santiago Bernabéu, el Real Madrid era toda una institución española, que rezumaba señorío; contigo el palco se ha convertido en lo más parecido a una pocilga donde hociqueas con fruición. Has emponzoñado los colores del Real Madrid.
Que con tu pan te lo comas, Florentino Pérez de las pelotas. El Real Madrid se ha convertido en el enemigo globalista y todo se va a torcer.
(*) Periodista y editor de Rambla Libre
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