viernes, 27 de octubre de 2023

Crónica de la anormalidad / Beatríz Rodríguez *

 


 Llevo días dándole vueltas a todo y no me queda otra que buscar algo positivo y me quedo con la mirada azul de la princesa Leonor. A nuestra heredera al trono se le acumulan los acontecimientos en un momento en el que la actualidad eclipsa cualquier buena noticia. Juró bandera en la Academia de Zaragoza y guapísima con su uniforme asistió junto a sus padres al desfile del 12 de octubre. 

Y nada que objetar, con cierta ignorancia y esa mirada tímida e inocente, de quien no es muy consciente aun de todo lo que se le viene encima, nuestra princesa se convirtió en la protagonista de excepción. Luego vinieron los premios Princesa de Asturias, otro gran evento que la convirtió en protagonista y que ella disfrutó especialmente junto a Meryl Streep sin quitar mérito a los otros premiados.

Ahora el próximo martes 31 de octubre, no sólo cumplirá 18 años, sino que jurará laConstitución en presencia de sus padres, los Reyes de España. No se repetirá la escena de tres generaciones, como sí le ocurrió a su padre, porque el Rey Juan Carlos no asistirá desgraciadamente al evento pero sí a la copa posterior. El monarca, exiliado por prescripción del gobierno socialista, ni siquiera dormirá en Zarzuela ni en un hotel ni en casa de su hija sino que está previsto que vuele a Londres esa misma noche; una pena teniendo en cuenta su edad, que no tiene causas pendientes en España y la gran labor que realizó por su país, el nuestro.

Pero la pobre Leonor ha visto cómo sus días de gloria se han visto empañados por la guerra entre Israel y los locos de Hamas. Dolor, víctimas y una guerra basada en la desinformación y en imágenes totalmente manipuladas que han puesto la situación de Oriente Medio en el ojo del huracán. Ahora ya no se habla de Ucrania, esa guerra se nos ha olvidado aunque nos siga afectando a todos.

Y mientras tanto nuestro gobierno da una de cal y otra de arena. Muy en su línea quiere quedar bien con israelís y con palestinos, algo que no sorprende cuando en toda su trayectoria ha dicho una cosa y ha hecho otra, ni siquiera se entienden entre sus propios ministros. Eso sí, los abrazos y achuchones entre Pedro y la sobona de la Yoli son únicos. 
 
De la amnistía ni una palabra, eso es algo que se negocia en secreto para obtener esos tristes siete votos por los quenos van a vender a todos. Pero la cosa no acaba ahí, esos con los que pretende pactar el gobierno son los mismos que no asistirán a la Jura de la princesa Leonor y que no respetan la Constitución. Y para que no estén solos se les ha unido el PNV, no vaya a ser que para Bildu se conviertan en la derechita cobarde vasca y se produzca el temido sorpaso.

Vamos que todo va fenomenal y estamos como queremos. Eso sin hablar del desembarco de inmigrantes llegados a Canarias y que ahora reparten por varias comunidades. El problema de la crisis migratoria es real pero la solución no está estudiada y desde luego no se busca en origen. 
 
Esta pobre gente viene engañada por mafias y pagando un pastón, buscando una vida mejor que no es real. Se quedan pastando por España y durante un tiempo se les da un espacio donde vivir pero ni trabajo ni futuro. Es decir, que a todos esos que a los que nos quejamos de estas políticas migratorias nos tachan de xenófobos y racistas….me gustaría que les pusieran a estos tan “happys” y solidarios un centro de acogida junto a sus chaletes de
lujo.

En fin que no me queda otra que volver a la mirada azul de la princesa Leonor. Dios de larga vida al Rey Felipe pero me tranquiliza saber que tenemos una heredera formándose y con un gran antecesor. Y como en este país parece que todo es de coña, no quiero dejar de mencionar la candidatura de Carlos Herrera a presidir la Federación Española de Fútbol, algo que empezó como una broma pero parece ser real. Al menos una persona formada, culta y con respeto por las instituciones, que llegados a este punto, no es poco…



(*) Periodista licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra

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