La intención es poner en marcha un "mecanismo de libertad de elección pero que sean las familias las que elijan, no los consejos escolares, sino todas y cada una de las familias, la lengua base de cada centro" --castellano o valenciano--, que será en la que se impartan las materias troncales.
Además, dentro de esa lengua base se
pueden abrir diferentes porcentajes de aplicación de los idiomas (hay
que recordar que la propia jurisprudencia ha 'blindado' la presencia de
lenguas cooficiales, por ejemplo, con un mínimo del 25%).
Así
lo ha avanzado el
secretario autonómico de Educación, Daniel McEvoy, que ha calificado el
proyecto de "bastante novedoso". Ha matizado que la Conselleria cuenta
ya con un borrador "muy avanzado" de la norma, pero que esta ha de pasar
por Les Corts, de manera que puede experimentar modificaciones.
En concreto, McEvoy ha detallado que la fórmula a la que se apunta
pasa por que "en cada centro se va a elegir una lengua base". De este
modo, en las zonas castellanohablantes será el español "la lengua base
del sistema, pero sí habrá un porcentaje de valenciano".
Así, se
pretende desarrollar "un proceso de consulta en las familias que acceden
por primera vez al sistema e, incluso, en el primer año estamos viendo
la posibilidad de hacerlo entre todas las familias".
Preguntado por las posibles críticas a que la lengua vehícular no sea
marcada por un proyecto lingüístico aprobado por el Consejo Escolar, el
secretario autonómico ha remarcado: "Nosotros lo que pretendemos es que
la libertad de elección sea de los padres y de las madres de los
alumnos".
Y ha añadido: "El Consejo Escolar está perfectamente
reglamentado y las competencias las tiene atribuidas por ley. Pero
realmente, en el Consejo Escolar la representación es paritaria y no
equilibrada entre familias, profesores y alumnos. Entonces, lo que
queremos es que sean las familias las que elijan del mismo modo que
hizo, por ejemplo, con la jornada escolar el anterior gobierno".
A partir de esa consulta a los progenitores --que se desarrollará de
manera telemática-- y en función de los resultados, "ya sabremos en cada
centro cuál es la lengua base y también dependiendo del resultado y en
función de las líneas de cada colegio o instituto".
El
"esbozo" de la renovada ley contempla una serie de tablas que permiten
que, dentro de la lengua base, sí puede haber diferentes porcentajes en
cuanto a la aplicación lingüística para que haya materias en diferentes
idiomas.
También se ha previsto un mecanismo --al igual que
sucede con las votaciones sobre la jornada continua-- para que las
familias puedan revisar la lengua elegida. "Los hijos de las familias
que están en un momento dado solicitadas para ver cuáles son sus
preferencias van abandonando el centro y los que entran no tienen por
qué tener las mismas preferencias".
Además, McEvoy ha subrayado que la Generalitat quiere "garantizar" y
"fomentar" el aprendizaje del valenciano y para que a los alumnos les
resulte "amable y apetecible su estudio se pondrá en marcha una
certificación de los niveles adquiridos en las diferentes etapas.
"Es decir, el que termine Secundaria tendrá una certificación, el que
termine Bachillerato tendrá otra y otra mayor en función de la nota
obtenida. Con eso lo que pretendemos es que, incluso en las zonas de
predominio lingüístico castellano, sea atractivo estudiar valenciano",
ha aseverado.
Preguntado por las críticas a los cambios que se
han hecho desde algunos sindicatos docentes o entidades como Escola
Valenciana, McEvoy ha considerado que hay "una colisión de derechos".
"Las mismas personas y entidades que hacen esas afirmaciones desde
hace muchos años lo que vienen defendiendo es que lo mejor para los
niños y jóvenes es estudiar en su lengua materna. Entonces, claro, en
Orihuela o en Requena su lengua materna es el castellano", ha
argumentado.
Asimismo, ha defendido que "el fomento del
valenciano se puede hacer de una forma amable".
"Ese es el sentido que
nosotros estamos persiguiendo. Si certificamos también a los niños y
jóvenes de Orihuela o Requena un nivel de valenciano cuando egresan del
sistema educativo, fomentamos precisamente que lo hagan y que lo hagan a
gusto. Una lengua no se puede aprender por imposición, la lengua hay
que protegerla y hay que quererla, pero no se puede imponer jamás y es
la línea que nosotros seguimos", ha insistido.
Otra de las
cuestiones que recoge el proyecto que diseña Educación es que el
alumnado con necesidades educativas especiales, como puede ser el de
familias migrantes, "sea educado en la lengua materna o la lengua a la
que más fácil acceso tenga".
En este punto, ha adelantado
también la voluntad de la Conselleria de que las dotaciones de personal y
recursos incluidas en el Plan de Mejora Docente (PAM) "vayan en función
de unos criterios lo más objetivos posibles y en función de la cantidad
de alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo que haya en
cada centro".
Por último, ha aseverado que la ley "va a
permitir también unos porcentajes de materias impartidas en lengua
extranjera", que decidirá cada centro.
Desde la
Conselleria se va a intentar que el nuevo marco normativo esté listo
para el próximo curso escolar, aunque todo depende de la tramitación
parlamentaria y de que esté listo el mecanismo informático para realizar
la consulta. Además, hay que tener en cuenta que tendría que estar
preparado para el proceso de admisión de alumnado.
"Esperamos
llegar a tiempo", ha dicho Daniel McEvoy, que ha puntualizado que, por
si acaso, se decidió introducir ya en la Ley de acompañamiento la
reforma para que el valenciano dejara de ser obligatoriamente lengua
vehicular en zonas castellanohablantes, al ser esta, en su opinión, "la
parte más lesiva" de la actual ley de plurilingüismo.
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