MADRID.- Las unidades de operaciones especiales son la élite de las Fuerzas Armadas. Las unidades más especializadas, destinadas a enfrentarse a las misiones más complicadas. Cada uno de los tres ejércitos tiene su propio grupo, especializado en las misiones específicas a las que se pueden enfrentar en los diferentes escenarios en los que operan el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire y el Espacio.
Los cursos de acceso y selección para el Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra, la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE) de la Armada o el Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC) del Ejército del Aire son los más complicados y exigentes y es habitual que un porcentaje muy pequeño de los que empiezan el curso logren superarlo e incorporarse a una de estas unidades.
El reto está ahora mismo servido en el Ejército de Tierra. El Boletín Oficial de Defensa (BOD) ha publicado en los últimos días un cupo de 110 plazas para el XX Curso de Aptitud Básica para Operaciones Especiales (CABOE), para proporcionar "la instrucción y conocimiento de procedimientos y técnicas empleadas por las unidades de operaciones especiales, tanto en su nivel individual como el nivel básico de patrulla, que permitan su integración futura en un equipo operativo".
Según se detalla, se trata de 110 plazas para "cabos 1º, cabos y soldados de la agrupación de especialidades operativas del Ejército de Tierra", 10 plazas para "cabos 1º, cabos y soldados de la agrupación de especialidades operativas destinados en el MOE" y un "número indeterminado de plazas para bajas recuperables de los cursos anteriores", es decir, militares que tuvieron que abandonar por hacerse daños físicos de los que ya se han repuesto.
El curso se lleva a cabo en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca (Huesca), tiene una duración aproximada de 1.000 horas y busca que el alumno sea capaz de encontrar sus propios límites físicos y mentales, además de actuar de una manera adecuada para el bien común en situaciones de estrés máximo.
En la primera parte del curso se realizan prácticas de topografía y
navegación, transmisiones, instrucción con armas de fuego específicas,
superación de obstáculos y combate cuerpo a cuerpo. La segunda fase
incluye paracaidista (en la escuela del Ejército del Aire en
Alcantarilla), supervivencia y realización de vida y movimientos en
montaña en invierno y en el agua, así como los denominados
reconocimientos especiales, entre otros.
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