VALENCIA.- El conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, se muestra convencido de que los centros educativos «tienen sobradamente capacidad» para adaptar sus programas plurilingües a la nueva Ley de libertad educativa.
Así lo ha aseverado el titular de Educación en una entrevista en la que se ha referido a las instrucciones que ha enviado su departamento a los 221 centros educativos de la Comunitat Valenciana que hasta la finalización del curso 2023-2024 tenían autorizados programas plurilingües experimentales, al amparo de la Ley 4/2018 de plurilingüismo del Gobierno del Botànic con el fin de que, a partir del próximo curso, impartan al menos un 25% del tiempo lectivo en castellano.
Según resalta la Conselleria de Educación, en todos estos programas los centros tenían autorizados «sistemas de inmersión lingüística en valenciano en los que se posponía la presencia del castellano como lengua vehicular hasta la Educación Primaria».
Sin embargo, el envío de estas instrucciones ha provocado algunas críticas. Así, el Sindicat de Treballadors i Treballadores de l'Ensenyament del País Valencià (STEPV) han lamentado que la Conselleria «se ha apresurado para aplicar la ley a dos días del inicio de las vacaciones de agosto y vuelve a complicar la vida en los centros educativos que tienen que rehacer deprisa y corriendo sus programas lingüísticos si no quieren trabajar en agosto».
«Empieza la cacería de brujas contra la enseñanza en valenciano», lamenta la organización sindical.
Y por su parte, la Confederación de asociaciones de madres y padres de alumnos de la Comunitat Valenciana 'Gonzalo Anaya' ha reclamado «una moratoria para aplicar los cambios del nuevo plurilingüismo y un calendario de implantación, como se ha hecho siempre en los cambios que afectan a miles de alumnos del sistema educativo».
Al respecto, el conseller Rovira --que ha calificado de «curioso que siempre habla primero el STEPV y a continuación la Gonzalo Anaya, no sé si es que son amigos o qué»-- ha defendido que los centros tienen capacidad suficiente para llevar a cabo esta adaptación, «porque simplemente es dar la misma asignatura en un idioma o en otro».
"Y nuestros maestros están preparados en ambos idiomas, están preparados para dar clases en castellano o en valenciano", ha subrayado.
«Otra cosa es la voluntad política que pueda tener alguna persona, pero no es esa persona quien tiene que decidir en qué idioma dar su clase. Estamos en un Estado de Derecho con una legislación y ahora tenemos una normativa que dice que, al menos, tendrá que haber un 25 por ciento en castellano», ha razonado el responsable de la política educativa del Consell, que ha apostillado: «Queremos que los niños valencianos conozcan ambos idiomas».
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