Según datos facilitados por la dirección provincial, en 2003 había apenas unos 35.000 militantes; cada año se han afiliado 5.000 nuevos militantes. El último comité ejecutivo celebrado en Villena tramitó otras 3.000 solicitudes. Después de Madrid, Alicante es la provincia con más militantes. El PP admite que no hay un control riguroso sobre las cuotas, pero afirma que la mayoría "paga religiosamente".
¿Y a qué se debe este frenesí interesado por afiliarse? Los diferentes dirigentes consultados ofrecen varias respuestas, pero todos coinciden en una. "La renovación de las juntas locales y la bronca interna da vida al partido", aseguran.
"Yo no quiero que me quieran, pretendo ganar elecciones, y lo estamos haciendo", confiesa un dirigente afín al presidente, Francisco Camps, que aunque reconoce discrepancias con la ejecutiva provincial de José Joaquín Ripoll (en la imagen), vaticina que al final habrá "acuerdo, integración y mucha menos tensión que hace tres años" en las asambleas locales pendientes.
El PP, especialmente en Alicante, está dividido entre los afines al presidente provincial, José Joaquín Ripoll, que ganó por sólo cuatro votos el pasado congreso de Orihuela, y los partidarios de Camps, entre los que figura una importante lista de alcaldes.
El próximo sábado 27 de marzo, con la asamblea de Elda, comienza la tanda de los 29 cónclaves locales convocados para renovar las direcciones. Pero las 22 más conflictivas, entre las que están, Alicante, Elche, Torrevieja y Benidorm, están pendientes. En algunos casos (Elche y Torrevieja) los candidatos ripollistas han sido suspendidos de militancia.
"En Elche no hay control sobre los afiliados, hay gente fallecida militando y otros que se quieren dar de baja y no pueden", asegura un dirigente local. En Torrevieja en octubre se afiliaron 250 nuevos militantes, y hace unas semanas otros 207. "La bronca en el fondo es buena, hace que el partido esté tensionado y que se acerque mucha gente; lo importante es que luego se vinculen", explica otro dirigente regional.
Pero hay más datos a tener en consideración a la hora de medir los motivos por los que Alicante tiene el 30% de los militantes del PP en toda España. Y es que el poder une mucho. El PP gobierna en 93 de los 141 municipios de la provincia. "Ese poder municipal es una base amplia y estable", según un diputado.
"Llenar autobuses no nos cuesta nada", añade. En las pasadas elecciones el PP tenía dos interventores en cada mesa y los socialistas dejaron varias sin cubrir. Además, con la actual situación de crisis económica un veterano dirigente vaticina que habrá "muchos aspirantes a concejales y alcaldes de pueblo para 2011".
Otro detalle interesante es comprobar cómo el perfil del militante ha cambiado. "La vieja guardia de AP es residual", explica otro dirigente. Ahora son jóvenes, universitarios, comerciantes o funcionarios que "se afilian porque el PP está de moda".
Y en esta radiografía de la militancia del PP destacan los 14.000 extranjeros residentes. Un 20% de los afiliados al PP en Alicante procede de otros países, y de ellos un millar ingresaron en los últimos diez meses.
"Son conservadores que tienen su segunda residencia aquí y se sienten identificados con nosotros", admite un dirigente de la ejecutiva regional de Camps, que resalta la importancia de estar homologados con el PP europeo.
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