ARGEL.- El Ministerio de Exteriores argelino mostró hoy su deseo
de que la repatriación de los cooperantes españoles que trabajaban en
los campamentos saharahuis de Tinduf, situado en el suroeste de Argelia,
sea "momentánea".
"Esperamos que su repatriación
sea momentánea ya que su presencia representa un gran consuelo para los
refugiados saharauis obligados a huir de la ocupación militar
(marroquí)", explicó en un mensaje escrito el portavoz del
Ministerio de Asuntos Exteriores argelino, Amar Belani.
A
título personal, el portavoz indicó que la repatriación supone "de
algún modo, una victoria para el grupo terrorista" que secuestró el 22
de octubre de 2011 a los trabajadores humanitarios Ainhoa Fernández de
Rincón y Enric Gonyalons y a la italiana Rossella Urru, liberados el
pasado 18 de julio.
Belani también quiso subrayar
que los expatriados eran "ante todo, huéspedes distinguidos del pueblo
saharaui", en referencia a que los campamentos de refugiados de Tinduf
son administrados por las autoridades saharauis a pesar de que se
encuentran en territorio de Argelia, principal valedor de la causa
saharaui.
El jefe de la diplomacia española, José
Manuel García-Margallo, explicó ayer que la operación para repatriar a
los cooperantes se llevaba a cabo debido a la existencia de "indicios
fundados" de posibles actuaciones contra ellos de grupos terrorista del
norte de Mali.
En una comparecencia ante los
medios, Margallo también advirtió de la posibilidad de que Mali se
convierta en un nuevo Afganistán en el que los terroristas campen a sus
anchas.
También recordó que la Unión Africana y la
Comunidad Económica de Estados de África Occidental han solicitado al
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una resolución que dé cobertura a
una futura operación militar en Mali, no sólo para respaldar a las
instituciones de transición en Bamako, sino también para hacer frente a
los grupos terroristas que se han adueñado del norte del país.
El
norte de Mali está controlado por el grupo radical islámico tuareg
Ansar al Din, que aboga por una aplicación rigorista de la ley islámica.
Esta
agrupación se impuso en el autodenominado estado de Azawad a otro grupo
tuareg de ideología más laica, el Movimiento Nacional de Liberación de
Azawad (MNLA), gracias al apoyo del Movimiento Monoteismo y Yihad en
África Occidental (MYAO), el responsable del secuestro de los dos
cooperantes españoles en octubre.
El grupo
terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico también opera en este vasto
territorio maliense de 850.000 kilómetros cuadrados.
Ante
esta situación, el ministro español afirmó que España apoya los
esfuerzos africanos, incluido el despliegue de una fuerza militar, y que
está dispuesta a estudiar con sus aliados europeos cómo prestar apoyo a
dicha misión.
Asimismo, dijo que será importante
contar con el apoyo de países vecinos con los que se mantienen estrechas
relaciones, singularmente Argelia, Mauritania y Níger.
Sobre
la situación en el norte de Mali, fronterizo con Argel, el portavoz del
ministerio de Exteriores argelino, aseguró que "Argelia considera
que antes de evocar o considerar la opción militar, conviene agotar
todas las vías de diálogo político".
Belani
insistió, además, en la necesidad de alcanzar "una solución pacífica y
negociada, entre un gobierno inclusivo, consensuado y amplio y todos
aquellos que rechazan y se desmarcan del terrorismo y de sus socios del
crimen organizado internacional, y que abandonan sus reivindicaciones
separatistas y aceptan claramente no poner en riesgo la integridad
territorial y la unidad de Mali".
Con estas
palabras, el portavoz quería matizar las diferencias entre los distintos
grupos que operan en el Mali septentrional. Desde los terroristas, como
Al Qaeda o MYAO, pasando por los radicales islámicos como Ansar al Din,
hasta los rebeldes independentistas del MNLA.
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