Según 'The Economist', para acometer las reformas del mercado laboral, de la economía y del gasto público, España debería tomar ejemplo de Alemania, e incluso de su propia transición a la democracia a finales de los setenta, con un pacto nacional que implique a sindicatos, empresarios y a "todos los grandes partidos".
"Felipe González fue capaz de ello como hombre de Estado", añade.
No obstante, el artículo indica que Zapatero sólo ha ofrecido medidas "tácticas" para "apaciguar" a los sindicatos, a los barones regionales y ahora al mercado de deuda. "Sólo tiene unos pocos meses para tomar las decisiones drásticas que se necesitan para prevenir años de estancamiento, lo que podría desatar el desorden social que teme", continúa, en referencia al jefe del Ejecutivo.
"Retrasar el dolor sólo lo aumentará", continúa 'The Economist', que añade que si Zapetero no se siente capaz de empezar a liderar, muchos en su propio partido y los españoles corrientes podrían empezar a preguntarse por qué está en el Palacio de la Moncloa.
Sin embargo, 'The Economist' reconoce que es cierto que "España no es Grecia", como demuestra que su deuda publica, comparada con el tamaño de su economía es menor que la del Reino Unido o Estados Unidos, que no haya tenido que rescatar a sus bancos y que los temores de un posible contagio financiero hayan provocado una volatilidad en los mercados que no es natural.
En cambio, asegura los inversores tienen "buenas razones" para preocuparse por España. El semanario recuerda que el país tiene la tasa de paro más alta de Europa, un 19,5%; que su economía sigue en recesión, por lo que no crecerá considerablemente hasta el próximo año, y que su déficit fiscal se ha incrementado en el último año hasta el 11,4%, después de que la recesión redujera los ingresos fiscales y obligará a aumentar el gasto destinado al desempleo.
"Sin un retorno más rápido al crecimiento, la deuda pública se convertirá rápidamente en insostenible", añade.
En este sentido, "para empeorar las cosas", Zapatero parece que "no está a la altura". Considera que fue "un líder popular en los buenos tiempos, durante el largo 'boom'" de la economía española pero se equivocó al no ver la crisis.
"Cuando tardíamente reconoció que la economía estaba en problemas, se equivocó al considerar que era una recesión importada de la que podría salir de forma segura", agrega.
'The Economist' alerta de que si persiste en su política de repartir dinero público, aumentar las pensiones y los salarios del sector público, mientras rehuye una reforma, llevará al país "a la ruina". Cree que el Gobierno ha reaccionado con "torpe confusión" y ha lanzado de forma abrupta un plan de austeridad y un "vago esquema de la reforma del mercado de trabajo", para después retirar parte de ambos "cuando se desató la más mínima protesta".
Además, afirma que los problemas de España empiezan en casa y considera que el crecimiento, que hasta ahora se había basado en el mercado inmobiliario, debe venir de la inversión en otros sectores de la economía y las exportaciones. Asimismo, cree que España se ha convertido en una economía de "alto coste y baja productividad" en relación al resto de Europa.
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