Asunción: pucherazo, amenazas y juego sucio relacionado con Camps / David Lozano

Antonio Asunción ha provocado un auténtico terremoto en el socialismo. Su afanada aventura, en la que todavía no ha dicho la última palabra, de disputarle a Jorge Alarte el cartel electoral para competir con Francisco Camps por la Generalitat Valenciana le está costando más que un disgusto al ex ministro del Interior y ha sacado a la luz conductas sospechosas y, desde luego, nada democráticas en el socialismo. 

El bochornoso espectáculo que está ofreciendo el PSOE no tiene precedentes y la anulación de avales de Asunción se quedan ahora en anécdota una vez se arrecian manifestaciones desafortunadas, descalificaciones y amenazas. El caso de Antonio Asunción es un ejemplo patente de aquella dictatorial premisa de "quien se mueve no sale en la foto" y el PSOE, que tanto se le llena la boca a sus dirigentes de democracia interna, carece de lo que presume.

Este jueves ha sido muy complicado para el aspirante a primarias contra Alarte. Mientras el secretario general del PSPV permanecía en silencio, Pepe Blanco, Leire Pajín y todo el "zapaterismo" han respondido con amenazas a las quejas de Asunción por el presunto pucherazo. Blanco ha dicho que "o demuestra el pucherazo o tendrá un problema"… ¿A qué tipo de problema se refiere el vicesecretario de Organización? Unas advertencias con cierto aire y tufillo mafioso que ha completado afirmando que "no son dignas de un buen socialista". ¿Qué estará pensando Felipe González de todo esto? En parecidos términos se ha expresado Pajín que ha tildado -sin preocuparse en investigar lo que ha ocurrido- las acusaciones de Antonio Asunción como "falsas" para advertirle que "no consentiré estas expresiones". 

Sorprende la mano dura que demuestra en esta ocasión la secretaria de Organización o sus reflejos para actuar inmediatamente en claro contraste con el llamativo silencio, e inacción, que mantiene con el asunto relacionado con la designación del tránsfuga Agustín Navarro como candidato en Benidorm. Tampoco se ha dicho ni "mú" tras el asunto de las obras particulares de Ángel Luna y el olor a podrido que desprende la incerteza de quién había realizado y abonado las reformas en sus "modestos" tres apartamentos en uno. Por su parte, la presidenta de la Comisión Nacional de Garantías, Carmen Ninet, ha dejado claro que lo suyo no va con la objetividad que le exige el cargo y ha arremetido contra Asunción porque "no es crítico con el PP".

Por si fuera poca artillería contra el ex ministro del Interior, ahora sale a la palestra el juego sucio, que le pregunten de eso a Joan Ignasi Pla que sabe un poco. Así, los medios afines al PSOE han comenzado a difundir la idea de que Antonio Asunción podría estar "comprado" por Francisco Camps al publicar –fundamentalmente el diario Público- que en 2008 la empresa Acuigroup, de la que él poseía un 40%, recibió una subvención de la Generalitat de casi 3 millones de euros. Olvida citar la malintencionada información que todo se ha hecho conforme a la legalidad y que la firma cumplía todos los requisitos necesarios para acceder a esas ayudas.