ASPE.- Un septuagenario de la localidad alicantina de Aspe, José Gallego, ha tachado con pintura roja el nombre del dictador Francisco Franco que aun permanecía en una placa ubicada en la iglesia de la localidad a pesar de que la Ley de Memoria Histórica obliga a retirar los símbolos franquistas del mobiliario urbano.
Gallego ha explicado
que ahora el juez ha pedido un peritaje para ver el daño que ha causado
en el monumento. Asimismo, falta por saber si el Obispado o el
Ayuntamiento pondrán denuncia por dicho acto y dependiendo de esto, el
anciano se enfrenta a penas que podrían llegar "a 36 meses de cárcel".
"Lo hice por motivos políticos, y no por motivos religiosos, yo
respeto los sentimientos religiosos y por eso no realicé la pintada
sobre la cruz", ha recalcado el anciano, quien ha añadido que en el
pueblo su acción "ha levantado ampollas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario