Así, según ha informado la Unió en un comunicado, de los 294 millones de kilos de la pasada campaña se puede pasar a los 233 millones de kilos en la actual, que se ha iniciado ya en algunas zonas y en variedades más tempranas, aunque de forma generalizada la vendimia se iniciará a finales del mes de agosto y principios de septiembre al adelantarse al menos 10 días como consecuencia de la persistente sequía.
Asimismo, ha señalado que en Alicante se espera una producción de 27,16 millones de kilogramos frente a los 34 de la campaña anterior, lo que supone una disminución del 20 por ciento —si se compara con la producción amparada, la disminución puede ser de casi el 30 por ciento—.
Por su parte, en la DO Valencia se espera una producción aproximada de 49,5 millones de Kilogramos frente a los 65 de la pasada temporada, mientras que en la DO Utiel - Requena se espera una producción de 155 millones, con una disminución del 20 por ciento respecto de la pasada campaña —de 193,6 millones— y una disminución del 23 por ciento respecto del potencial productor de la comarca.
Respecto a la IG Vins de la Terra de Castelló, se espera una producción similar a la anterior temporada —alrededor de 1,5 millones de Kilogramos—, ya que los efectos de la sequía se han compensado con la entrada en producción de nuevas plantaciones.
En lo que se refiere a la división por subzonas, las más afectadas son el Alto Turia con un descenso de casi el 40 por ciento y la Marina Alta con una disminución de cerca del 30 por ciento respecto a la producción de la campaña pasada.
De esta forma, la organización ha señalado que a pesar de que el volumen de producción será "menor", la calidad de la uva será "excelente", debido a la ausencia de enfermedades en la planta.
En este sentido, el secretario comarcal de la Unió en Utiel-Requena, Alberto Lacruz, ha manifestado que no hay "ningún tipo de excusas" para que los productores logren un precio "más justo" por su cosecha al darse todos los condicionantes para ello, "como es una cosecha más baja de lo normal y con gran calidad de la uva, un aumento de las exportaciones tanto en volumen como facturación y la no existencia de vino almacenado en las bodegas".
Además, ha reclamado a las bodegas y comercios "prudencia" a la hora de vender la cosecha para que el agricultor no se vea "afectado" por hacerlo con prisa y ha confiado en que, "como mínimo", se alcancen los mismos precios que al final de la temporada pasada y que se llegue a 4,5 euros el hectógrado, de modo que al agricultor se le pagaría como mínimo a 0,30 euros el kilogramo.
Así, la Unió ha señalado que confía en que esta tendencia, que se inicio el año pasado, continúe a partir de ahora y no sea un "espejismo", por lo que ha exigido un "gran pacto" entre todos los agentes del sector para hacer una viticultura valenciana "viable" a largo de los años, con un modelo comercial que no este basado exclusivamente en el 'Low Cost', "sino en conseguir una fidelidad del mercado en base a una política de incremento sostenible de los precios de venta, de calidad de los vinos y en la potenciación de las variedades autóctonas, para lo que se tendrá que llegar a un compromiso serio de todos los agentes del sector".
Por último, la organización ha indicado que espera que las grandes empresas vitivinícolas de la Comunitat no utilicen la nueva normativa sobre los vinos con indicación de variedad y la añadan como puerta para que entren vinos de fuera de las tierras valencianas y "hundan y arruinen" a las miles de familias que viven de la viticultura en la Comunitat, sino que sea un "complemento" para poder abarcar "un mayor segmento de mercado".
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