alicanteconfidencial@gmail.com / "Sin el debate, sin la crítica, ninguna Administración y ningún país pueden triunfar y ninguna república puede sobrevivir" (John F. Kennedy) * Newsletter de opinión e influencia, sin afán de lucro ni subvencionado con dinero público o privado, fundado en 1982 por Francisco Poveda, periodista licenciado por la UCM desde 1976
domingo, 11 de marzo de 2007
El fuerte viento arrambla con los invernaderos en la Vega Baja del Segura y en el Campo de Elche
ORIHUELA.- Los agricultores de la Vega Baja con invernaderos han perdido buena parte de la cosecha tardía de cítricos y un gran porcentaje de los cultivos con destino a la exportación porque un 70% de los invernaderos en la provincia de Alicante se los ha llevado el viento.
Las zonas donde ha hecho más daño el temporal ha sido en la parte alta de la Vega Baja, especialmente en las localidades de Albatera, San Isidro y Cox, y el campo de Elche, comarcas que concentran la mayor parte de estas instalaciones agrícolas. Sólo han podido resistir los más nuevos, en los viejos, con los plásticos más desgastados por el sol, han desaparecido.
Sin la protección de las cubiertas plásticas, los cultivos del interior se han perdido irremisiblemente. Los pepinos, tomates, melones y pimientos que crecían en estos invernaderos, la mayor parte con destino a los países europeos.
En cuanto a las plantaciones al aire libre, las matas de alcachofas y lechugas (más altas que el resto de productos) han sufrido las peores consecuencias.
Aparte de las hortalizas, el viento ha afectado muy negativamente a otras cosechas como los cítricos. Buena parte de las variedades de naranjas pendientes de recolectar han caído al suelo, porque estaban maduras y pesaban mucho ya en los árboles. Las ramas no han soportado el peso de los frutos movidos por el vendaval y han vencido. Las que quedan difícilmente se podrán comercializar.
Lo mismo se puede decir de la cosecha de limones, aunque con el precio que tienen esta temporada, tampoco se ha perdido mucho.
Todavía es pronto para valorar la afección en otros leñosos. Al parecer, el almendro y el olivo se han salvado de la tempestad. El níspero, próximo a su recolecta, puede todavía remontar gracias a las mallas protectoras contra la picadura de los pájaros. Hay mucho protegido y habrá que ver cómo evolucionan debajo de las mantas.
Pero lo cierto es que las cosechas ya estaban en los árboles y ahora están en el suelo. Haciendo números, el sindicato agrario Asaja-Jóvenes Agricultores calcula que se han podido perder alrededor de cinco millones de euros en los últimos dos días.
Ahora sólo queda reclamar ante los seguros. Sin embargo, muy pocos productores contratan las pólizas con la protección de viento. La mayoría son por pedrisco y helada.
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