La socialdemocracia alicantina cierra filas en torno a "Etel" para asaltar con éxito la fortaleza corrupta de Díaz Alperi/Desde mi torre de Babel

FRANCISCO POVEDA

La noche de ayer fue la noche de Eltelvina y de un PSPV local muy renovado, hasta el límite de lo posible por cuestiones de tesorería.

Allí, en el "Porta Maris", estaban prácticamente todos los jefes de clan socialistas cerrando filas en torno a su candidata a la alcaldía y una lista, ya la de todos, trufada de promesas para el cambio, que se intuye inevitable al participar, sutilmente, hasta las sotanas y solideos a favor de un Alperi nervioso, y en una campaña electoral que ya se percibe más que reñida y algo sucia por parte de una derecha sociológica fragmentada en su identidad y defraudada por lo que van destapando jueces y fiscales en vigilia contra la descomposición estructural que atenaza a una derecha política envilecida por el metal.

La todavía subdelegada del Gobierno es una ganadora nata desde que tiene uso de razón y hacía sus deberes escolares. Y anoche actuó en esa clave y en esa normalidad personal. No está aquí para perder ante nadie y su gente ha fiado en ella todas sus esperanzas por otro estilo renovado de abordar la gestión de los asuntos públicos de los alicantinos de Alicante. Se echaba en falta la presencia del mundo de la empresa, de los profesionales liberales, de los responsables de los medios de comunicación o de altos cargos de las administraciones públicas, todos en espera de constatar el refrendo factual de las bases y el sentido de las tendencias de intención de voto. Si estaba, en cambio, una significativa representación de la izquierda social de la ciudad.

Pero por algo estaban allí también hasta Ángel Franco, Ángel Luna, Alfonso Arenas y García Pertusa. Y tantas figuras históricas de la socialdemocracia local y de mayor pedigrí. Saben que "Etel" es, aparte de muchas cosas más, el cartel del momento, el "estilo Zapatero" de estar en política por espíritu de servicio a la gente, el mejor rostro y la cabeza más despejada por intelectualmente trabajada. No hay duda. Es ella. Es la V de Etelvina y de victoria segura por agotamiento de un ciclo político ya caduco.

Sin la sombra de Pla, sin el protagonismo de Luna, sin el manto protector de Moreno, "Etel" recuperó plenamente anoche su máxima responsabilidad de candidata del PSPV a la alcaldía de la ciudad y presento personalmente, como si del festival de "Eurovisión" se tratase, uno a uno, una a una, a todos y todas quienes le acompañan en este viaje a la ilusión aunque no apto para ilusos.¿Tolerará el machismo del alcalde sucumbir a manos de una mujer?, se preguntan las chicas del PSPV.

Con la fe absoluta en poder atraer al electorado con un programa pensado para los ciudadanos, "Vina" ejerció de rostro y avalista de una propuesta de compromiso serio con todos, todas, los alicantinos y alicantinas, desde la credibilidad y honestidad que emana de sus gestos y planteamientos escénicos.

"Etel" ha comenzado a seducir a todos, incluido un creciente electorado liberal, muy intransigente con los excesos y abusos de poder municipal por parte de un insaciable con miedo a morder el polvo y acabar en Fontcalent después de ser despojado de la púrpura. Hasta Vistahermosa y el Cabo apuestan por la renovación generacional y ética que sintetiza esta chica de Benalúa.

La carrera de fondo no ha hecho sino comenzar y uno de los corredores hay que saber que duerme de pié y gracias a la botella de oxigeno que, a duras penas, le evita la apnea.Por las mañanas siempre se despierta algo confuso aunque le conforte saberse con una cuenta corriente que no baja ya de los 30.000 millones de pesetas (36.000 estiman otros), eso sí, casi seguro pendientes de impuestos españoles. Es la recompensa por haber traicionado por dos veces la confianza de ingenuos, ignorantes, desinformados, sectarios y fundamentalistas al entregarse pronto a los intereses de determinados particulares de todos conocidos.

Cicatrizadas las heridas de la última y necesaria cirugía orgánica, las bases locales del PSPV, se han replanteado, ahora a favor, su empujón al proyecto de Etelvina como el único capaz de desalojar del Ayuntamiento el duodenato del favoritismo, el ventajismo, el oportunismo, la trampa, la complicidad, el juego sucio y la corrupción generalizada, como mínimo, eso sin hablar de un modo de gestionar, desastroso y oneroso, aparte de contrario a los intereses de la inmensa mayoría de los alicantinos.

La alternativa ya se palpa en los ojos, la melena rubia, la energía que destella, la vivacidad que transmite, los gestos muy femeninos de una mujer acostumbrada a currárselo desde la misma EGB. El PSVP está hoy en trance de caer rendido ante su indiscutible potencialidad, ahora en tránsito claro hacia el acto de la victoria electoral, y el sorpresón de la noche del 27-M.

Con un optimismo realista, que emanaba por todos sus poros, esta mujer de carácter y ovarios en su sitio cuando se trata de demostrarlo, arrancó los aplausos de la militancia, la sonrisa de los simpatizantes, la resignación de las viejas glorias y provocó la admiración de los invitados entre las más de 300 personas que acompañaron a "Etel" en el arranque de dos meses que prometen ser frenéticos pero gradualmente más estimulantes hasta el "asalto" a la fortaleza del edificio consistorial en manos manchadas por apuñaladoras de la esencia democrática.

"Vina" es la adalid contra el maltrato a la ciudadanía y su sometimiento a favor de intereses espúreos. A la cabeza de un "comando" de 29 voluntarios y tres suplentes, se compromete a un Alicante más limpio, más seguro, más cómodo y más moderno sin renunciar a ser también más solidario y respetado. Quiere gestionar la ciudad para que vuelva a estar entre las primeras del país. Su programa lo asienta sobre la honradez, el trabajo, la capacidad y el compromiso de verdad, sin trucos ni tongos. Y está confiada plenamente de vencer al engaño en las urnas pese a las algaradas de los no demócratas para tapar su pésima gestión y para que no se hable de su corrupción urbanística galopante.

Al contrario que a su contrincante, a "Etel" le preocupa Alicante, no da la espalda a su propia gente, no discute por su cuota de poder y utiliza la palabra servicio para algo más que preguntar dónde están los aseos. El servicio público a nuestra ciudad es su compromiso y tiene enfrente a una derecha que ha demostrado haber involucionado hasta ser extrema y estar instalada en la mentira desde la guerra de Irak con la farsa de las armas de destrucción masiva y el 11-M, agitando problemas que, objetivamente, no existen ahora con Navarra ni antes con Cataluña o el País Vasco.

La tercera parte de 650.000 muertos en Irak, tras la siniestra foto de las Azores, y los casi 200 de Atocha, ponen también demasiado plomo en las alas de las aspiraciones electorales de los émulos locales de Aznar, aquí Ripoll y Alperi, refrendadores pasivos de una decisión política, que obvió a Corona y Cortes, y que nadie cuestionó desde el interior del PP.

Por contra, Etelvina es la cara de la paz, con todos y consigo misma. No la eviten, por favor, todos los demócratas de esta ciudad. Su compromiso es garantía de una vuelta a la normalidad civil y eso todavía no parecen aceptarlo quienes ayer no la invitaron, como subdelegada del Gobierno de España, a cumplimentar a monseñor Monteiro de Castro, nuncio del Papa Benedicto XVI, presente en Alicante para presidir la inauguración de la nueva sede del Obispado de Orihuela. ¿Su pecado? Haber trabajado con células madre, parece, dicen los responsables de su campaña electoral.

Al final, discretamente, "Vina" abandonó el hotel "Porta Maris" de la mano de su marido, periodista, para ir en busca de su hijo y cenar los tres en casa. Esta es la candidata del 2007.