Sin embargo, tras estas cifras se esconde una caída de los arrendamientos en siete de las 19 comunidades autónomas, según se desprende de los datos del Ministerio de Vivienda.
El alquiler de viviendas ha venido superando ligeramente el 11 por ciento del parque residencial español en los últimos años, mientras que en Europa supone alrededor del 40 por ciento. Según opiniones generalizadas, esta diferencia es resultado de una fiscalidad más favorable a la compra que al arrendamiento y de un mercado en el que, los bajos tipos de interés y la rápida escalada de precios, hicieron de la compraventa de pisos un negocio muy rentable.
Tras el estallido de la burbuja, el cierre del grifo del crédito y de cara a un modelo económico no tan dependiente del ladrillo, el Gobierno ha decidido dar la vuelta a esta situación, comenzando por equiparar fiscalmente las deducciones a las que tienen derecho los adquirientes de viviendas propiedad y en alquiler, e incluso subvencionando parte de las rentas a los jóvenes en el marco de la renta básica de emancipación.
Además, el Ejecutivo ha comenzado una carrera por reforzar la seguridad de los propietarios frente a los inquilinos, y facilitar así un aumento de la oferta, mediante la exención de las rentas cuando el inquilino es menor de 35 años, la posibilidad de recuperar la vivienda alquilada para el uso de un familiar y una mayor celeridad en los procesos de desahucio.
Por el momento, el parque de viviendas en alquiler logró superar los dos millones de inmuebles en 2008, hasta los 2.208.539 pisos, lo que supone un 18,3 por ciento más que un año antes. En cifras absolutas, en 2008 había 341.922 viviendas más en alquiler.
Sin embargo, más allá de los datos nacionales, la distribución de las viviendas entre las comunidades autonómicas dejan ver otra realidad. Así, las viviendas en arrendamiento casi se duplicaron en Castilla-La Mancha (+92,2 por ciento) en un sólo año, aumentaron un 49,2 por ciento en la Comunitat Valenciana y un 44,6 por ciento en Murcia, mientras que el parque de viviendas en alquiler se redujo en otras siete comunidades autónomas.
Al cierre de 2008 había un 24,8 por ciento de viviendas en alquiler menos en Cantabria, cuya estela siguieron otras regiones como La Rioja (-24,7 por ciento), Baleares (-17,6 por ciento), Ceuta y Melilla (-16,1 por ciento), Extremadura (-12,5 por ciento), País Vasco (-10,1 por ciento) y Asturias (-0,05 por ciento).
Las cifras muestran que el incremento del parque de viviendas en alquiler no ha tenido un reparto homogéneo, mientras que las medidas adoptadas por el Gobierno sí han tenido un impacto nacional.
A la espera de ver cuál es el efecto de estas medidas a largo plazo, y el resultado de las actuaciones previstas al respecto en el Plan de Vivienda y Rehabilitación 2009-2012, lo cierto es que el coste de la vivienda en alquiler en España descendió un 7,3 por ciento en mayo respecto al mismo mes de 2008 y acumula una caída del 10 por ciento desde agosto de 2007, según datos de Facilisimo.com.
Con estas cifras, arrendar un piso de 70 metros cuadrados a nivel nacional tiene un coste de 7,59 euros al mes por metro cuadrado, lo que supone una cuota mensual de 531 euros para el ciudadano. Por otro lado, si se tiene en cuenta que una hipoteca para una vivienda similar se traduce en una cuota de 679 euros al mes (Euríbor al 1,644% con un diferencial del 0,75% a 25 años), alquilar ese inmueble supone un ahorro mensual del 148 euros todos los meses.
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