Asimismo, la mayoría de los temporeros continúan siendo extranjeros --principalmente sudamericanos y africanos-- pero, a diferencia de años anteriores, se trata de residentes con su situación en regla y no contratados en origen.
Estos datos se dieron a conocer hoy durante la firma del convenio entre el conseller de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco, y el secretario General de La Unió de Llauradors i Ramaders, Josep Botella, que se llevó a cabo en las Casa del Tollo, el nuevo alojamiento rehabilitado por La Unió en colaboración con la Generalitat. Estas residencias de los antiguos peones camineros se utilizan por primera vez por lo que la oferta se ha incrementado en 63 plazas.
Así, el Consell destina 200.000 euros para la realización de distintas actuaciones de ampliación y mejora de ofertas de alojamiento, acogida y acompañamiento, integración sociolaboral y de sensibilización dirigidas a la población de las comarcas que reciben anualmente temporeros extranjeros.
Rafael Blasco destacó que este acuerdo "incluye, además de una cobertura de las necesidades tanto sociales como laborales en condiciones dignas, acciones formativas e informativas y una atención personalizada".
"Es fundamental trabajar en común por la integración en todos los ámbitos", dijo.
Por su parte, Josep Botella señaló que "este convenio permite una vez más ampliar y mejorar la oferta de alojamientos para los temporeros, a la que vez que se logra habilitar un mayor número de plazas fijas durante todo el año y no únicamente para las labores puntuales de recolección".
Un total de 1.360 personas inmigrantes han sido atendidas gracias al convenio entre la Generalitat y la Unió y la procedencia principal ha sido Polonia, seguida por África, Colombia, Ecuador, Rumania y Marruecos. Todas ellas con su situación regularizada y la mayoría con una edad entre 25 y 44 años, subrayaron fuentes de la Conselleria de Inmigración.
En cuanto a su nivel de estudios, casi el 15% tenía titulación universitaria, el 26% secundaria y el 35% primaria. Tal y como señalan desde La Unió, los servicios que ofrecen contribuyen a estabilizar la temporalidad en la agricultura, al garantizar a los trabajadores sucesivos contratos de trabajo que van enlazando diferentes campañas agrícolas en Valencia, Cataluña y Mallorca.
"En un contexto económico como el que vivimos actualmente, tenemos que poner todo nuestro empeño en reactivar el mercado laboral colaborando con entidades que conocen en profundidad los sectores de trabajo como en éste caso La Unió", comentó Rafael Blasco.
Los alojamientos tanto colectivos (11) como individuales (239) que gestiona La Unió para las diferentes campañas agrícolas están distribuidos por toda la geografía valenciana. Se encuentran totalmente equipados y cumplen con las condiciones de habitabilidad, luz, agua, seguro de responsabilidad civil, cocinas, baños, habitaciones, etc.
Botella manifestó que "el esfuerzo de La Unió y Generalitat en este sentido se ve reflejado con la inauguración del nuevo alojamiento de las Casas del Tollo, abandonadas desde hace más de quince años y que ahora servirán para alojar anualmente a más de 60 trabajadores".
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