Además, el presente año hidrológico (octubre de 2008-septiembre de 2009) se cerrará con un aproximadamente un 15 por ciento menos de lluvias de lo normal, tras las escasas precipitaciones registradas a partir del mes de marzo. El anterior año hidrológico (octubre de 2007-septiembre 2008) arrojó un déficit del 11 por ciento en las precipitaciones.
El portavoz de la AEMET detalló que en las zonas mediterráneas hay superávit al contrario que en el área occidental y que, mientras los primeros seis meses fueron húmedos, a partir de marzo fueron secos, llegando en puntos de Castilla-La Mancha y Extremadura a un déficit de hasta el 60 por ciento.
Por otro lado, el otoño tenderá a ser cálido, "casi con seguridad, según Rivera, aunque no en exceso y se espera que el nivel de precipitaciones se ajusten a los niveles normales para esta época del año, salvo en Baleares, donde se prevé un otoño "algo más húmedo de lo normal".
Así, las temperaturas otoñales podrían ser superiores a los valores normales, sobre todo en el Mediterráneo. La estación se verá afectada por 'El Niño' que se prolongará hasta marzo o abril de 2010 y, según Rivera "no se sabe" como afectará a Europa, pero adelantó que seguro provocarán "fenómenos contrarios".
En cuanto al verano, a pesar de las altas temperaturas, en zonas como el suroeste de Galicia resultó "algo más fresco de lo normal" y, en su conjunto, se registró una media de 1,8 grados centígrados por encima de lo habitual, aunque se superó la temperatura media en 2 grados centígrados, de modo que los termómetros estivales sólo fueron superados en 2003 y 2005.
En el resto de Galicia y Asturias el verano fue "normal o algo más cálido de lo normal".
Por distribución geográfica, el trimestre fue "extremadamente cálido" con anomalías positivas en los termómetros de entre 2 y 3 grados centígrados en Navarra, Aragón, Cataluña, Madrid, Castilla-La Mancha y el bajo Guadalquivir, y el más cálido desde 1970 en Sevilla.
En concreto, junio fue de "muy cálido a extremadamente cálido", con una anomalía positiva de 2,3 grados respecto al periodo de referencia (1971-2000). La máxima, 41,6 grados centígrados la sufrió Córdoba el día 13. En su conjunto, este mes fue el de el de menor anomalía térmica del verano, aunque se superó el valor medio en 1,1 grados centígrados.
En Galicia, "donde parecía no terminar de llegar el verano" y en el noroeste de Castilla y León, fue relativamente fresco, con valores normales en el extremo occidental peninsular, y "muy cálido" en el resto de España.
En julio se superaron las máximas absolutas de la serie histórica en Zaragoza-aeropuerto (43,1 grados centígrados), Castellón (40,6 grados centígrados); Ceuta (40,2 grados centígrados) y Los Rodeos-Tenerife (41,4 grados centígrados). Sin embargo, la temperatura más alta se registró el día 23 en Alcantarilla (Murcia), donde se llegó a los 45 grados centígrados.
Por su parte, agosto se caracterizó por "la persistencia en el periodo cálido" y "la ausencia de precipitaciones", porque hubo "muchos días de mucho calor" aunque no de grandes récords. Aún así, ésta fue la treintena con la temperatura media más alta del periodo estival, convirtiéndose en el tercero más cálido desde 1961, sólo superado por 2003 y 1991.
"No se recuerda una segunda quincena particularmente cálida desde los años 60", incidió Rivera.
También la primera quincena de septiembre fue "cálida" en su conjunto, con temperaturas medias de 1 o 2 grados centígrados por encima de lo normal, especialmente en las regiones del centro y el oeste peninsular.
En general, septiembre está siendo "normal o ligeramente cálido" a pesar del "notable descenso térmico" del día 13 asociado a la entrada de vientos del nordeste y una clara inestabilidad de la atmósfera, poniendo punto y final al tiempo estable pero provocando un positivo aumento de la humedad del suelo.
Finalmente, Rivera considera "un hecho" que los veranos más cálidos se concentran en los últimos tres lustros y que este trimestre llovió un 30 por ciento menos de lo normal. No obstante, alcanzaron o superaron los valores normales Galicia y áreas del noroeste de Castilla y León y suroeste de Asturias, y las islas más occidentales de Canarias.
El resto de las regiones se quedaron por debajo de los valores normales, e incluso en Madrid, Castilla-La Mancha, Baleares y sur y sureste peninsular las lluvias no llegaron al 25 por ciento del valor medio. "Cada vez los veranos van a ser más cálidos y las precipitaciones, más irregulares en su distribución e intensidad", concluyó.
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