Álvaro Hernández, de 53 años, era un policía con una dilatada trayectoria en el cuerpo, y había desempeñado diversos puestos importantes en el organigrama de la Jefatura. Actualmente ocupaba el cargo de jefe de la Comisaría del distrito Nervión.
Hernández Bohórquez era una persona muy querida en el seno de la Policía de Sevilla y su muerte ha supuesto un golpe muy duro para los numerosos compañeros con los que trabajó.
Antes de dirigir la comisaría de Nervión, fue por ejemplo jefe del Grupo Hércules, una de las unidades más operativas de la Policía Nacional en la capital andaluza, dedicada a la vigilancia y patrullas motorizadas por el casco histórico y la zona monumental de la ciudad.
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