Campos llevaba un tiempo enfermo, pero seguía trabajando. El fiscal ha ido este miércoles a trabajar a la sede de la Fiscalía General del Estado con absoluta normalidad y, ya de vuelta en su casa, se ha encontrado mal a primera hora de esta tarde y ha fallecido repentinamente.
Campos padecía un cáncer del que se estaba recuperando y hace unas semanas se incorporó de nuevo a su puesto de trabajo, hasta que ha muerto de forma repentina en la tarde del miércoles.
Estuvo de baja médica varios meses pero en las últimas semanas parecía haber mejorado y estar ganando la batalla a la enfermedad, habiéndose reincorporadonormalmente a su puesto de trabajo.
Su fallecimiento coincide con la decisión de la Fiscalía suiza de archivar la causa que damnifica al padre de Felipe VI.
Fue en junio de 2020 cuando asumió la coordinación de las diligencias que afectan a Juan Carlos I. Campos, de perfil progresista, ocupaba uno de los puestos más altos dentro del escalafón de esta carrera como fiscal de Sala del Tribunal Supremo desde 2005, además de ejercer de delegado en materia de delitos económicos.
Fundador de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), a la que perteneció la actual fiscal general del Estado, Dolores Delgado, sus colegas destacan su nivel técnico, su talante cercano y su “importante sentido del humor, lo que le han convirtieron en uno de los profesionales más respetados por sus compañeros.
Fiscal desde 1978, Campos fue destinado a Barcelona hasta 1982 y posteriormente fue destinado a Madrid, donde en 1990 alcanzó el puesto de teniente fiscal. En 1994 fue nombrado fiscal de la secretaría técnica y sólo dos años más tarde accedió al Supremo, siendo de los fiscales más jóvenes en alcanzar el alto tribunal según destacaron hoy fuentes de su entorno cuando se le asignó el asunto del emérito.
En la nota en la que la Fiscalía General anunció en 2020 que le designaba para ese cometido, destacaba que Campos pertenecía «a la más alta categoría de la carrera fiscal» y reunía «una extraordinaria cualificación y experiencia».
Un policía nacional se derrumba fulminado en Santiago de Compostela
La comisaría de la Policía Nacional de Santiago está de luto por la repentina muerte de un agente que ha sufrido un infarto fulminante cuando se dirigía al trabajo. El fallecido tenía solo 47 años de edad y estaba adscrito a la unidad que sirve como enlace con los cuerpos de seguridad privada en la ciudad.
El trágico suceso se ha producido poco después de las ocho de la mañana de hoy. El agente aparcó su coche en el Campus Sur de Santiago y se dirigía a pie a la Comisaría cuando se desplomó justo delante de la clínica de La Esperanza.
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