martes, 5 de septiembre de 2023

Las lluvias de la última semana no frenan la caída de los embalses, con los del Júcar al 47,6% y Segura al 26,1%


VALENCIA/MURCIA.- Las lluvias de la última semana no han frenado la caída de las reservas de agua de los embalses. La cuenca del Júcar cae hasta el 47,6 por ciento de su capacidad --frente al 48,1% de la semana pasada-- y la del Segura desciende al 26,1%, casi un punto menos que la semana anterior.

Según los datos de este martes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, los embalses del Júcar almacenan ahora mismo 1.355 hectómetros cúbicos --15 menos--, frente a los 1.555 hm3 de reserva que había a estas alturas del año pasado y por debajo de la media de 1.244 hm3 de los últimos diez años.

Por su parte, la cuenca del Segura tiene una reserva de 298 hectómetros cúbicos --nueve menos--, inferior a los 413 hm3 del año pasado, por debajo de la media de los últimos diez años, que es de 433 hm3.

Los embalses de la cuenca del Segura se encuentran al 26,3 por ciento de su capacidad, según ha informado la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) a través de sus redes sociales.

Así, la cantidad de reservas ha descendido en 5 hectómetros cúbicos (hm3) respecto a la semana pasada, con el pantano de El Cenajo como el que almacena más agua, con 100 hm3 (23 por ciento de su capacidad).

Tras El Cenajo figuran La Pedrera, con 57 hm3 (23 por ciento); La Fuensanta, con 44 hm3 (21 por ciento); Talave y Camarillas, con 17 y 16 hm3 (49 y 46 por ciento, respectivamente), y Puentes, con 16 hm3 (62 por

A nivel nacional, la reserva hídrica española ha disminuido esta semana hasta el 37 por ciento a pesar de las lluvias torrenciales acumuladas a consecuencia de la depresión aislada en niveles altos de la atmósfera (DANA) que ha afectado a buena parte del territorio desde el pasado viernes, ya que las aguas acumuladas no han sido recogidas aún por los embalses.

Así, en la actualidad los embalses almacenan 20.763 hectómetros cúbicos después de que hayan perdido en esta última semana 319 hectómetros cúbicos, que representan el 0,6 por ciento de la capacidad total de la reserva, según el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.

Precisamente, el MITECO explica que las aportaciones pluviométricas de la DANA aún no se hacen notar en las reservas, dado que al cierre del boletín semanal los volúmenes de agua están aumentando las reservas de agua en el suelo y en tránsito por los cauces hacia los embalses. La precipitación más abundante se ha recogido en Tortosa (Tarragona), donde se acumularon 156,8 litros por metro cuadrado.

Por ámbitos, la reserva se encuentra al 83,6 por ciento en Cantábrico Oriental; al 82 por ciento en Cantábrico Occidental; al 62,6 por ciento, en Miño-Sil; al 60,4 por ciento, Galicia Costa; al 71,4 por ciento, las cuencas internas del País Vasco y al 59,8 por ciento, Tinto, Odiel y Piedras.

Sin embargo, se encuentran por debajo de la mitad de su capacidad total cuencas de grandes ríos como la del Duero, que está al 45,6 por ciento; el Tajo, que está 47,4%; Guadiana, al 24,2 por ciento; Guadalete-Barbate, al 16,8 por ciento; Guadalquivir, al 19,3 por ciento; la cuenca Mediterránea Andaluza, que está al 26 por ciento; Segura, al 26,1 por ciento; Júcar, al 47,6 por ciento; Ebro, al 36,7 por ciento y las cuencas internas de Cataluña, que están al 24,1 por ciento.

Las cifras reflejan que en este momento la reserva está un 28,43 por ciento por debajo de la media de los últimos diez años aunque tienen un 5,25 por ciento más agua que en las mismas fechas del año pasado.

Tras el paso de la DANA, el portavoz de agua de Greenpeace, Julio Barea, ha manifestado este martes que las lluvias torrenciales recogidas "sólo pueden mejorar y muy levemente la situación de humedad del suelo en algunas zonas concretas" pero no sirven apenas para rellenar los embalses, dado que han sido muy "puntuales y localizadas".

De ese modo, lamenta que las Danas causan "más daños que beneficios", con lamentables pérdidas humanas y graves desperfectos en viviendas e infraestructuras. La ONG avisa así de que España sufrirá cada vez más eventos climáticos adversos, "con los consiguientes daños que van a generar".

Por ello, la ONG pide un plan para reducir la superficie de regadío, no permitir nuevos proyectos altamente demandantes de agua en zonas con problemas históricos de suministro; mejorar el control del uso ilegal del agua; descartar la construcción de nuevas infraestructuras hidráulicas; limitar las desaladoras a situaciones excepcionales y no aprobar concesiones o nuevas autorizaciones de granjas de ganadería intensiva, así como una hoja de ruta hasta 2030 de transición hacia la agroecología.

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