VALENCIA.- La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, aseguró hoy que su formación deja a "otros sus problemas, sus líos graves y sobre todo, su falta de contundencia a la hora de afrontar temas tan graves como la corrupción política", ya que los socialistas se quedan con "la forma de hacer política que tiene que ver con los problemas de la gente y con devolverle la dignidad a la Comunitat".
Pajín se pronunció en estos términos durante su intervención en la clausura de la Asamblea de Gran Ciudad del PSPV-PSOE de Valencia, en la que salió elegido como secretario general, Salvador Broseta, quien aseveró que el cambio en la ciudad "comienza aquí y ahora" y resaltó que, en su nuevo cargo escuchará y aprenderá "de todos, especialmente, cuando estén en desacuerdo".
Así se mostró "convencida" de que "hay muchos que han querido que en este Congreso se volviera a hablar del ombligo del PSPV", pero después de lo que se ha debatido, consideró que los socialistas valencianos "han vuelto a decepcionar a aquellos que querían que se equivocaran y han vuelto a demostrar que su objetivo son los ciudadanos".
Del mismo modo, lamentó que la Comunitat "es noticia todos los días por una forma de hacer política que no gusta e indigna, en la que se prima el beneficio de unos pocos". En este sentido, reivindicó que "hace más falta que nunca abrir las ventanas de las instituciones de esta tierra que corra el aire y que vuelvan los ciudadanos al corazón de la agenda política".
La líder socialista aseguró que hay partidos que "no están acostumbrados a los procesos de democracia interna" y que "cuando hacen un Congreso Nacional en Valencia" --en referencia al PP, que celebró su cónclave en la ciudad-- "se resuelven mal los liderazgos, y las consecuencias se siguen pagando un año después".
A su juicio, esto "les lleva a aplicar criterios según los apoyos que han recibido, a que cada día haya más dirigentes preocupados por quitar la silla al presidente nacional que por hacer políticas, y a crear tal desconfianza que, incluso se llegan a espiar unos a otros". Frente a ello, manifestó que en el PSOE "se debate y se vota", y después, el partido "vuelve a ser uno para ponerse a trabajar".
Pajín se pregunto "qué clase de ciudad y de comunidad se puede conseguir con unos gobernantes que jamás se equivocan y que, ante evidencias reales y muy preocupantes, son incapaces de reconocerlas y mucho menos de tomar medidas".
Al respecto, aseguró que hay "otra forma de hacer política, que algunos llaman de rectificación e improvisación, porque es capaz de cambiar las cosas cuando uno se equivoca y, sobre todo, de matizar después de escuchar a la gente".
Para la dirigente socialista, "cuando a la gente se le mira a los ojos y se les explica que en estos momentos lo importante es estimular la economía, entienden que hay que subir un poco los impuestos en los dos tramos finales del IVA".
Asimismo, consideró que los ciudadanos "entienden" al Ejecutivo central "en una comunidad donde el Gobierno, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, es el que más ha invertido en toda su historia".
En el ámbito interno, Pajín reclamó a los delegados del Congreso que, una vez que la estructura del partido en la ciudad "ya está ajustada", es necesario "salir a la calle para escuchar a los vecinos y explicarles porque el PSPV hace lo que hace y donde quiere llegar".
Al respecto, recordó que "a veces se intenta convencer de que hay ciudades o comunidades de derechas y que hay graneros de votos imposibles de cambiar". No obstante, Pajín rechazó esta idea y señaló que "la magia de la democracia está, precisamente, en convencer y conquistar", por lo que en la Comunitat "no hay graneros de votos, sino ciudadanos por convencer y espacios por conquistar" y esa tiene que ser "la hoja de ruta" de la nueva Ejecutiva, subrayó.
Por su parte, el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, resaltó la "importancia" de este Congreso porque, en su opinión "Valencia es una pieza básica y esencial para gobernar en la Comunitat y para que se vayan el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y toda esa panda de sinvergüenzas".
Alarte se comprometió a que "el nuevo Gobierno socialista de la Generalitat" creará 250.000 nuevos puestos de trabajo; garantizará que "nadie más muera pendiente de que se reconozca la Ley de la Dependencia", ya que en "30 días se valorarán y reconocerán hasta la última petición; que la Sanidad "sea un derecho"; y, sobre todo "hacer que ningún valenciano vuelva a tener vergüenza de quien es su presidente de la Generalitat", sentenció.
En la ciudad de Valencia, destacó que las nuevas agrupaciones defenderán "la democracia y la libertad" al tiempo que trabajarán para que "haya colegios donde ahora hay barracones", para que los barrios del Cabanyal y de Ruzafa sean "diferentes" a como los plantea la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y en definitiva "por una ciudad para vivir, no para enseñarla y hacer fotos".
Para el líder de los socialistas valencianos --quien agradeció el trabajo del recién elegido secretario general, así como de la candidatura alternativa-- "es la hora de ser valientes, salir a hacer oposición y explicar el proyecto" que pretende desarrollar el PSPV.
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