El FMI no se plantea, por supuesto, modificar el modelo económico trasvasando poder y riqueza hacia los trabajadores. Es lógico que si se pretende mantener el "pacto social vigente", favorable a los poderes dominantes, se opte por hacer reformas contraproducentes para los trabajadores y el Estado de bienestar.
Pero hay una alternativa diferente, más justa y más social, que el FMI no va a tocar: caminar hacia una distribución más justa e igualitaria de la renta y la riqueza (desde las ingentes ganancias de la banca y las finanzas especulativas hacia las clases trabajadoras y los desposeídos). Modificando el statu quo vigente y dominante no habría necesidad de alargar la edad de jubilación o los años de cómputo, ni reducir tiempo de trabajo, salarios, pensiones...
Es cuestión de avanzar hacia una sociedad socialista, tener esa perspectiva de largo plazo, defender las conquistas sociales y mejorarlas. ¿Quiénes se llevan los astronómicos sueldos y beneficios en épocas buenas y también en las malas? Si la correlación de fuerzas no es suficiente, habrá que plantearse medidas para presionar por una modificación del modelo dominante, en favor de un sistema económico donde pérdidas y ganancias estén más repartidas entre capital y trabajo. ¿O vamos a continuar con más de lo mismo?
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