Me recuerda un sabio que, cuando Felipe González ganó las elecciones
de 1982, su ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, se había
declarado poco antes de entrar en el Gobierno en favor de nacionalizar
la Banca.
El izquierdismo le duró muy poco a Boyer, que lo único que
nacionalizó fue Rumasa, tras afiliarse a la ‘beautiful people’ liberal
(con Solchaga, Rubio y Bustelo) y para, finalmente, acabar en los brazos
de Isabel Preysler, la musa de la prensa del corazón.
Pues bien, el temido programa común del Gobierno de coalición de
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no parece tan fiero como lo pinta la
derecha, ni se va a aplicar a toda velocidad. Por lo que ni la UE, ni
los analistas financieros internacionales harán sonar las sirenas o las
alarmas, ante la llegada de los marxistas de Podemos al Gobierno de
España.
Mucho peor pareció la victoria electoral de Alexis Tsipras en Grecia,
y ya se sabe lo que pasó (redujo las pensiones casi a la mitad),
fracasó con estrépito y perdió el poder en las elecciones de este año
que ahora termina. Y Tsipras era el modelo y el héroe de Pablo Iglesias
quien ya no se acuerda del griego.
Al final, el programa común de la izquierda parió un ratón, aunque,
eso sí, gordo y colorado y con muchas medidas progresistas pero en
conjunto revolucionarias.
Como control contra de subida de alquileres en manos de ayuntamientos
y comunidades, lo que favorecerá a las entidades donde gobierne el PP.
Bajada del tramo fijo de la factura de la luz, lo que derivará en la
subida de la parte variable. Subida del SMI lo que no está mal y se
acerca a la media de la UE.
Además se revalorizan las pensiones lo que tampoco está mal (si hay
dinero). Subida de 2 puntos del IRPF a rentas de más de 130.000 (que se
podrá bordear con pagos en especies).
Recorte de la reforma laboral de
Rajoy (lo que subirá el paro). Y se mantiene la larga mano del Gobierno
en los nombramientos del Poder Judicial y de RTVE.
Además subirán el
gasto en Educación y la religión no contará en la media del cómputo del
curso escolar, lo que tampoco está mal (‘al Cesar lo que es del
Cesar…’). Habrá asistencia sanitaria en casa y banda ancha en la España vaciada.
O sea y como ya hemos dicho la montaña del pretendido gobierno de las
dos izquierdas parió un ratón. Y no tardaremos mucho en ver a Iglesias
almorzando con los primeros banqueros y empresarios del Ibex 35 en los
reservados de los grandes restaurantes de Madrid.
El poder, demostrado está, ablanda a las fieras y está claro que
Iglesias no piensa conformarse con la Vicepresidencia, y que en el plazo
de un año va a querer ser Presidente, para lo que provocará un vuelco
socialdemócrata en el seno de Podemos, como cuando Felipe González
impuso el abandonó del marxismo en el PSOE.
El tiempo dirá, pero la reciente historia de la izquierda europea
marca ese camino de Ciro a la derecha que Pablo Iglesias seguirá si
quiere presidir España y culminar su legítima ambición como tarde o
temprano, se verá.
(*) Pseudónimo de un veterano y prestigioso periodista cordobés
https://www.republica.com/las-pesquisas-de-marcello/2019/12/30/el-programa-de-la-izquierda-pario-un-raton-gordo-y-colorado/
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