VALENCIA.- Cámara Valencia prevé que la economía de
la Comunitat Valenciana experimente una "desaceleración", pero de forma
moderada el próximo ejercicio de 2020. En este sentido, sus previsiones
apuntan a un crecimiento en torno al 1,5%-2%, ligeramente inferior al de
la media española.
Así se desprende
del informe que 'La economía valenciana: 2029 y perspectivas para 2020'
elaborado por Cámara Valencia que señala que pese a que a principios de
2019 las expectativas apuntaban una desaceleración del crecimiento
económico valenciano, "los diversos indicadores muestran una estabilidad
del mismo, entorno al 2%, tasa similar a la registrada en 2018".
Según
el documento, que toma como referencia indicadores de diferentes
instituciones, 2020 será un año en el que "la senda de desaceleración se
reanudará, aunque de forma muy moderada".
Algunos de los factores del
entorno económico que persisten y ponen en riesgo el crecimiento
valenciano son el Brexit por los efectos que tendrá tanto a nivel comercial como turístico en la Comunitat Valenciana.
Asimismo, las tensiones proteccionistas
de Estados Unidos con China y la Unión Europea, generarán incertidumbre
añadida sobre el sector exportador valenciano, como también limitará el
potencial expansivo valenciano hacia nuevos mercados la inestabilidad
política y social de algunas zonas como Latinoamérica, Oriente Medio u
Hong Kong.
Por otro lado, Cámara Valencia advierte de que la desaceleración estructural de la economía china y el estancamiento de la economía europea "ponen de manifiesto el progresivo agotamiento de las grandes áreas económicas".
A nivel nacional,
el informe apunta al entorno político complejo y las tensiones en
Cataluña como factores que pueden incidir negativamente en el dinamismo
económico regional. Asimismo, la imposibilidad de cumplir los objetivos
de déficit público en 2019 -tanto autonómico como nacional-, "podría
implicar ajustes adicionales en los gastos en 2020 y un aumento de la
presión fiscal, incidiendo negativamente en la actividad económica".
Perspectivas para la economía valenciana
En clave valenciana, Cámara Valencia sostiene que el motor del crecimiento seguirá siendo la demanda interna,
tanto de consumo como de inversión. La continuidad de la creación de
empleo mantendrá la confianza del consumidor.
Aun así, incide en que las
encuestas realizadas apuntan un ritmo de crecimiento más moderado que
en 2019, p"or el progresivo agotamiento del impulso generado por
factores como los bajos tipos de interés, la reducción del precio de
petróleo, o el aumento del SMI".
La
precariedad laboral o el elevado paro juvenil, son aspectos que inciden
en otros ámbitos como el acceso a la vivienda. De ahí la caída de las
transacciones inmobiliarias en 2019 y las expectativas de un menor dinamismo de la construcción en inmuebles
en 2020, como consecuencia de una menor demanda de viviendas y de la
incertidumbre que genera los cambios legislativos en el sector.
Por el
contrario, el dinamismo turístico en la Comunidad Valenciana podría
impulsar la inversión en construcción en este ámbito, sobre todo en las
provincias de Valencia y Castellón.
Además, la aportación del comercio exterior al crecimiento del PIB regional se verá condicionada por la incertidumbre
que, sobre el sector exportador valenciano, tenga la incertidumbre
generada por Brexit, las tensiones comerciales o el sector automotriz.
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