ALICANTE.- Investigadores del Instituto de Ingeniería de los Procesos Químicos de la Universidad de Alicante (UA) han desarrollado un procedimiento que permite el suministro individual de aire desinfectado de Covid en espacios cerrados de uso común. Este sistema, ya patentado, consiste en un circuito de circulación de aire donde se pueden conectar una serie de mascarillas individuales, según ha informado la institución académica en un comunicado.
La tecnología diseñada en la UA garantiza la llegada de aire desinfectado a uno o múltiples usuarios «de manera individual y segura». «Una vez que el aire ha sido utilizado, es canalizado y desinfectado evitando en todo momento que se mezclen ambas corrientes de aire. De esta forma, se impide el posible contacto con el aire exhalado por los demás usuarios asegurando un riesgo de contagio prácticamente nulo», ha explicado uno de sus autores, el catedrático de Ingeniería Química de la UA Antonio Marcilla.
«En concreto, el sistema filtra el aire, lo desinfecta con luz ultravioleta viricida y lo conduce a la entrada de la mascarilla para su inspiración. La mascarilla dispone de otro conducto que recoge el aire que se exhala y lo conduce a otro circuito de desinfección para evacuarlo a la atmósfera limpio de virus», ha añadido Marcilla.
El objetivo es que el sistema pueda instalarse en lugares donde se concentran un «número elevado» de individuos como aulas, cines, teatros, medios de transporte, hospitales, oficinas, bancos, entre otros. Además, permite reducir la distancia de seguridad de forma segura y completar los aforos al 100% minimizando «drásticamente» el riesgo de infección por Covid-19 u otros patógenos que se transmitan por vía aérea.
Según la UA, actualmente, no existen en el mercado respiradores individuales de uso múltiple en espacios de uso común. Entre otras ventajas, este innovador sistema garantiza la llegada de aire desinfectado a los usuarios de forma simultánea, a la vez que el aire exhalado también se desinfecta.
«En todo momento ambas corrientes de aire se encuentran perfectamente separadas de modo que se evita que éstas se puedan mezclar. Así, se minimiza el riesgo de contagio y/o infección por Covid-19 en el aire exhalado por los demás usuarios», ha insistido Antonio Marcilla.
Con un coste de implementación bajo y sencillo, la tecnología puede adaptarse a las infraestructuras de circulación de aire ya existentes. En este sentido, «las conducciones de aire pueden disponerse por el techo, por las paredes o por el suelo del recinto -adecuándolas al uso previsto- sin impedir la visibilidad o la movilidad necesaria en el mismo», ha indicado el investigador de la UA.
El equipo de trabajo del Instituto de Ingeniería de los Procesos Químicos ha desarrollado con éxito un prototipo a nivel laboratorio y lo ha escalado a planta piloto gracias a la financiación de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital de la Generalitat Valenciana, a través de la convocatoria de ayudas urgentes para la financiación de soluciones científico-innovadoras directamente relacionadas con la lucha contra la Covid-19.
«Se trata de una sencilla forma de garantizar un microambiente saludable en espacios cerrados de uso común en la lucha frente a la actual pandemia y otras enfermedades infecciosas que se transmiten por vía aérea en forma de aerosol», ha resumido el investigador.
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