Dicen que una Justicia lenta no merece tan excelso nombre, es la peor injusticia. Pues el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 2 de Alicante, del que es titular Eva Inmaculada Martínez Pérez, va al casino paso de un paquidermo. Dice la legislación, pura teoría, que, tratándose de personas debe dársele prioridad a los escritos.
Desde julio lleva un ciudadano solicitando cuestión que es de justicia para su hijo y cada gestión tarda en resolverse, metiendo presión, un mes por lo menos, y luego son una evidente chapuza, como es el caso del informe de la médico forense Patricia Caridad Oliver Martínez, manifiestamente mejorable.
Ni cogen el teléfono, que no sé para que lo tienen, y encima cuando la funcionaria dice que tiene el procedimiento su señoría encima del despacho resulta que ahí se puede quedar, durmiendo el sueño de los justos, y va la funcionaria y se va de vacaciones larguísimas de Navidad, que para algo están los ‘moscosos’, y que tiene derecho, dicen sus compañeras, mártires del trabajo, y no se resuelve nada, siendo de suma urgencia.
La jueza Eva Inmaculada Martínez Pérez se lo debería hacer mirar, porque, a este paso, la resolución llegará después de que concluya la condena. Desde luego una Justicia lenta es totalmente injusta.
(*) Periodista
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