VALENCIA.- La central nuclear de Cofrentes registró ayer domingo un nuevo suceso notificable, consistente en la variación de potencia no programada superior al 20% de la potencia térmica autorizada. El accidente fue controlado sin riesgos para los trabajadores, la población o el medio ambiente.
Este nuevo suceso es el cuarto en 12 días y el número 27 en apenas tres años.
Siguiendo el procedimiento reglamentario, el titular de la central nuclear de Cofrentes comunicó al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) el suceso con el objetivo de dejar fuera de servicio y reparar la turbobomba de agua de alimentación.
En el momento de la notificación, la instalación se encontraba al 70% de potencia y el área de mantenimiento estaba preparada para realizar la intervención y su posterior recuperación.
El pasado 1 de julio también se registró una variación de potencia no programada que sí afectó a las instalaciones. Días antes, el 26 de junio, se produjo una parada no programada del reactor, debido a la alta presión del mismo.
A esto, hay que sumarle el incidente del pasado jueves, cuando la central declaró la prealerta de emergencia durante cerca de una hora y media, debido a la apertura de una válvula de alivio del circuito primario.
Con el último suceso, son ya 27 los fallos acumulados por la central nuclear en los últimos tres años.
La organización ecologista Greenpeace ha exigido el cierre de la central y ha asegurado que “la reiteración de fallos técnicos y acumulación de sucesos de seguridad en los últimos meses demuestra el agotamiento de la vida útil” del edificio de Cofrentes.
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