Las guerras internas acercan la CAM a Murcia

ALICANTE.- La CAM, referente económico alicantino, puede acabar bajo control murciano ante la nueva pugna de poder entre los diferentes sectores políticos de la provincia. La entidad vive inmersa de nuevo en turbulencias internas por el proceso de elección de su nuevo presidente, debido a la salida de Vicente Sala. Las negociaciones para alcanzar un pacto previo de cara a la reunión decisiva del consejo de administración del próximo lunes continúan en el aire.

El principal candidato, el presidente de Coepa, Modesto Crespo (en la imagen), sigue sin tener los apoyos suficientes para asumir el relevo, lo que puede dejar el control de la caja en manos del vicepresidente primero murciano, Ángel Martínez. Los representantes socialistas y los afines a Ripoll exigen a Crespo mantener su cuota de poder para apoyarle, según 'Las Provincias'.

El gobierno murciano se frota las manos con la posibilidad de que un paisano suyo se convierta en el nuevo presidente de Caja Mediterráneo, incluso más allá de un mandato circunstancial. La división política existente en Alicante y en toda la Comunitat entre PP y PSPV, unido a la propia guerra interna entre campistas y ripollistas en el seno popular, puede poner en bandeja el máximo cargo de representación de la entidad en manos de Ángel Martínez, vicepresidente primero de la CAM y ex consejero del ejecutivo autonómico de Valcárcel.

Esta posibilidad, que no se le hubiera pasado a nadie por la cabeza en la provincia, debido el carácter simbólico que tiene la caja de ahorros como referencia de poder, parece en este momento más cerca que nunca. Algunos miembros del consejo de administración reconocen abiertamente que "todo es posible en este momento".

El próximo lunes 8 se despejarán las primeras dudas. Los veinte miembros del consejo de administración, que se celebrará tras la asamblea general en la que se despedirá Vicente Sala, tendrán que votar a su sustituto. Eso sí, si así lo decide el propio vicepresidente primero, porque aunque figure en el orden del día la designación de su relevo, él tiene la potestad de levantar la sesión y aplazar por un mes la decisión con el objetivo de lograr un mayor consenso entre todas las partes.

De hecho, diferentes consejeros afines al partido socialista y al PP alicantino que dirige Joaquín Ripoll, han reconocido que "este aplazamiento sería bien visto, porque no hay que tener prisa, más todavía cuando en febrero hay que hacer una renovación de más calado".

Por ello, ambos sectores parecen estar dispuestos a dejar que Ángel Martínez asuma el cargo en el caso de que no se acerquen posturas con quien hasta ahora parecía postularse como principal favorito, el dirigente patronal, Modesto Crespo. Y es que ni siquiera el compromiso que el empresario ilicitano le arrancó al líder del PSPV, Jorge Alarte, para sumar los apoyos socialistas, parece consolidado.

En este contexto, la vía Crespo parece tener más obstáculos de los que podrían parecer hace apenas unos meses. El presidente de IFA y de Coepa goza de la confianza del jefe del Consell, Francisco Camps, para su asalto a la presidencia de Caja Mediterráno, pero también es evidente que esa misma circunstancia despierta todos los recelos entre quienes se han enfrentado abiertamente a él. Además, el escándalo surgido con el caso Gúrtel ha venido a complicar un poco más las cosas.

Crespo necesita 11 de los 20 votos del consejo para sustituir a Sala y actualmente no los tiene. Los afines a Ripoll y los socialistas están dispuestas a pasarle ahora factura a Camps, así que sólo le darían el apoyo a Crespo si se les garantiza sus posiciones en la entidad y su cuota de poder. Sin embargo, sostienen que hasta ahora nadie se ha comprometido a ello, por lo que dejan abierta todas las opciones a la hora de votar.

Los contactos se intensificarán en os próximos días para intentar desbloquear la situación. En el caso de no dar frutos, es evidente que Murcia será la gran beneficiada, en la persona de Ángel Martínez. Si su presidencia es por mucho o por poco estará por ver. Con todo, puede haber otra tercera vía, la de Armando Sala. Ni unos ni otros descartan ya nada.