La agencia de calificación crediticia Moody's rebajó el 'rating' de Sol Meliá desde 'Baa3' a 'Ba3', debido a la debilidad que atraviesa el sector turístico y a la caída de ingresos que afecta a la cadena hotelera manteniendo su perspectiva "negativa".
De esta forma, la agencia indicó que las favorables perspectivas sobre el negocio son "muy poco probables a medio plazo", aunque señaló que teniendo en cuenta el perfil de la compañía, con un nivel "razonable" de reservas en el segmento urbano, es probable que la cadena mejore su deuda cuando las condiciones de mercado se estabilicen.
A principios del mes de junio, la agencia de calificación ya revisó el 'rating' de la compañía y anunció posibles rebajas.
Por su parte, Sol Meliá informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que no contará con los servicios prestados por parte de Moody's, poniendo así fin a la relación contractual existente entre ambas compañías.
La cadena hotelera explica que ha tomado esta decisión debido a la "no existencia en el balance de la compañía de instrumentos sujetos a calificación crediticia" y a "la ausencia de importancia de contar con la evaluación constante", dado el "difícil acceso a los mercados financieros provocado por la inestable situación macroeconómica".
En cuanto a la calificación actual (Ba3, en vigilancia negativa), la cadena informó de que será conservada en caso de que la relación entre ambas compañías se retome en el futuro.
Fuentes de la cadena hotelera indicaron que esta decisión aunque coincida en el tiempo no se debe a la rebaja de calificación sobre la compañía y que la relación entre ambas compañías "es buena".
Asimismo, insistieron en que los motivos de no contar con los servicios de Moody's se deben a que no existe deuda sujeta a calificación ni condiciones para acceder a los mercados financieros, por lo que no se considera necesaria su evaluación. Las mismas fuentes recalcaron que si estas condiciones vuelven a darse, la cadena estará "encantada" de contar de nuevo con sus servicios.
El beneficio neto de Sol Meliá cayó un 96,8% en el primer semestre del año, hasta 1,17 millones de euros. Los ingresos alcanzaron los 544,9 millones de euros, lo que representa un descenso del 11,9%, mientras que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situó en los 85,9 millones de euros, un 30,9% menos.
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