ALICANTE.- Del alicantino Herick Campos (Villajoyosa, 1976) se puede decir que es un político «profesional». No en vano, el diputado socialista nunca ha desempeñado otro oficio que el de parlamentario. Y ni falta que le hace, según 'Abc'.
Su familia, dedicada al sector del turismo, logró protagonizar un «pelotazo» urbanístico en Villajoyosa en 2003, gracias al cual se embolsó más de cinco millones de euros.
Su madre, Paloma Arteseros, era la propietaria de un camping afectado por un Plan de Actuación Integrada (PAI) aprobado por aquel entonces por el Ayuntamiento. La familia de Campos vendió los terrenos a la mercantil adjudicataria del plan urbanístico por más de cinco millones de euros.
Otros dos familiares del diputado socialista lograron dos millones más por sus parcelas.
Otros dos familiares del diputado socialista lograron dos millones más por sus parcelas.
Mientras, el joven socialista abandonaba la Universidad de Alicante sin lograr terminar los estudios de Sociología -carrera en la que coincidió con Leire Pajín-, para situarse en la secretaría general de las Juventudes Socialistas (JSE) y «colarse» en el Comité Federal del PSOE.
En 2004 logró acta de diputado por Alicante, y repitió en 2008. En todo este tiempo ha protagonizado medio centenar de iniciativas (25 en su primera legislatura y 32 en la actual), la mayoría preguntas escritas al Gobierno.
Tan apegado está Campos al desempeño de la política profesional que sólo abandonó las JSE cuando superó los 30 años, edad límite para militar en la organización juvenil del PSOE. Pero antes tuvo tiempo de protagonizar un escándalo que terminó en los tribunales.
En 2006, destituyó a la cúpula de las JSE en Alicante y expulsó del partido a sus líderes -críticos con una actuación urbanística avalada por el PSOE local-, para convocar una asamblea entre acusaciones de «pucherazo» que entregó el control de la organización a los afines a Joan Lerma.
Campos debería haberse enfrentado a un juicio por atentado al honor de los expulsados, pero lo evitó con un acuerdo económico.
Campos debería haberse enfrentado a un juicio por atentado al honor de los expulsados, pero lo evitó con un acuerdo económico.
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