viernes, 16 de octubre de 2009

El futuro de CAF viaja por raíles internacionales

MADRID.- En un panorama económico fuertemente afectado por la crisis, la compañía de equipamiento ferroviario CAF (con factoría en Alcoy) sorprende con una cartera de pedidos récord, la entrada en mercados en recuperación y perspectivas positivas para entrar en Estados Unidos, dijeron analistas.

Construcción y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), compañía considerada defensiva y contracíclica, es un ejemplo de cómo empresas vinculadas a contratos con administraciones públicas pueden beneficiarse de la inyección de dinero de los gobiernos en obras, que intentan hacer menos duras las épocas de crisis.

"Da tranquilidad en épocas de crisis. A lo mejor se estanca un poco cuando la cosa va bien, pero la cartera de pedidos de la compañía se sitúa en unas cuatro veces sus ventas, niveles nunca vistos antes", dice Álvaro Arístegui, analista de Interdin.

La empresa de componentes para trenes más importante de España cerró el primer semestre con incrementos de dos dígitos en sus beneficios, y analistas prevén que termine 2009 con unas ventas superiores a los 1.100 millones de euros y un beneficio neto de más de 100 millones de euros.

La necesidad de expansión de CAF ante la recesión del mercado español, que en el primer semestre sumó un 59 por ciento de sus ventas, la lleva a explorar intensamente nuevos mercados.

El quinto fabricante mundial de componentes ferroviarios por facturación está apostando fuerte por el mercado estadounidense, después de que la administración de Obama hiciera pública su intención de desplegar una red de alta velocidad para cubrir parte del vasto territorio de Estados Unidos.

"Si logran algo con el AVE estadounidense sería un espaldarazo", dijo Arístegui. "Impactaría especialmente siendo una empresa pequeña".

CAF tiene muchas posibilidades de obtener contratos allí, según dijo a Reuters un gestor de fondos de una entidad española, agregando que también cuenta con posibilidades de ganar licitaciones en Reino Unido.

También en Suecia, donde ya tiene presencia y cuyas autoridades están estudiando el sistema ferroviario español de alta velocidad, CAF podría presentar ofertas.

El optimismo de algunos analistas de cara a los resultados anuales tiene que ver con próximas adjudicaciones que CAF tendría muchas posibilidades de obtener.

"Supongo que ganará varias en los próximos meses", dijo César Sánchez Grande, analista de Ahorro Corporación.

Grande dijo que prevé que el grupo cierre varios contratos a los que se ha presentado, como en Jaén, Cataluña, Lima, Brasil, Reino Unido, México, Londres y Miami.

Para Ahorro Corporación, CAF sigue siendo su primera opción entre compañías de pequeña capitalización "gracias al buen ritmo del sector y a la excelente visibilidad de la compañía a corto plazo".

La empresa vasca también está fabricando tranvías para ciudades como Houston, Sevilla, Zaragoza y Edimburgo, y trenes para Brasil, Chile ó Turquía.

Dadas estas perspectivas de contratos, el futuro de CAF a largo plazo parecería prometedor. Sin embargo, a corto y medio plazo los resultados no se verían de forma tan clara, ya que la expansión internacional obliga al grupo a afrontar a clientes muy diferentes, con diversas necesidades y exigencias reglamentarias, lo que podría ralentizar el crecimiento y elevar costes coyunturales.

"Tiene que enfrentarse a proyectos muy diferentes y no todos de su 'core business', sino nuevos desafíos como las concesiones de servicios", dijo un analista.

Otros expertos se han mostrado más pesimistas. Société Générale, por ejemplo, sigue recomendando vender la acción.

"Rebajamos nuestra calificación de 'comprar' a 'vender' debido al riesgo de una bajada en la cartera de pedidos y la incertidumbre que rodea los márgenes y la posición de efectivo de la compañía", dijeron analistas de la entidad francesa.

Sin embargo, la mayoría de los analistas considera que la acción de CAF está infravalorada. Para justificar la infravaloración de la acción, analistas citan la fortaleza de la competencia, los riesgos de la exposición al dólar, la fuerte exposición al mercado español, o la pobre comunicación de CAF (SocGen, por ejemplo, aplica un descuento del 25 por ciento al precio de la acción por la falta de comunicación).

Desde los 135,39 euros con los que cerró en la primera sesión de 2007, los títulos de CAF -- lo más caros de la bolsa española -- subieron un 155 por ciento a más de 345 euros. En lo que va de año, sus acciones acumulan un repunte del 39 por ciento, frente a una revalorización media del Ibex de casi un 29 por ciento.

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