ALICANTE.- La economía de la provincia de Alicante continúa creando empleo, aunque a
un ritmo más moderado que en años anteriores. Así lo corrobora un
informe actualizado del gabinete de estudios de la Cámara de Comercio de
Alicante, que destaca cómo el número de afiliados a la Seguridad Social
ha relajado su ritmo de crecimiento, desde el 2,8% registrado en junio hasta el 2,4% del pasado octubre, alcanzando un total de 667.780, 15.858 afiliados más que en octubre de 2018.
Según este mismo informe, la evolución por sectores muestra un
estancamiento del ritmo de creación de empleo en la industria y en el
sector agrario y un avance más moderado en el sector servicios durante la segunda mitad del año (2,7%). En la construcción también se percibe una desaceleración, aunque las tasas de crecimiento siguen siendo altas (5,8%).
Por
otra parte, la Cámara de Alicante subraya que la exportación de la
provincia pierde impulso, lastrada por la caída de las exportaciones
industriales (-0,5% en los ocho primeros meses del año).
No es el caso de la exportación de productos agrícolas, que se
incrementa un 6%.
Según este análisis, el reducido avance de las
exportaciones (0,7%) y el aumento de las importaciones (8,4%) han
provocado un descenso del superávit comercial que alcanza un valor de
539 millones de euros (210 millones de euros menos que en el mismo
período del año anterior.
Las causas que podrían explicar este
estancamiento pueden encontrarse -remarca el organismo- en el deterioro
del entorno exterior y el aumento de la incertidumbre, tanto interna
como externa, que «ya se está reflejando en el nivel de gasto de empresas y familias, lo que se traducirá en un ritmo de actividad más moderado en los próximos meses», indican.
El consumo privado seguirá respaldado por la evolución del mercado de trabajo y por la persistencia de unas condiciones de financiación favorables, aunque se espera una desaceleración del gasto en consonancia con un ritmo de creación de puestos de trabajo más moderado.
La inversión en maquinaria y equipo crecerá a un ritmo menor en un entorno de creciente desconfianza. La desaceleración de la economía europea, el aumento de las tensiones comerciales,
el menor tono de la demanda interna, y las menores necesidades de
ampliar la capacidad instalada seguirán pesando sobre las decisiones de
inversión de las empresas.
La inversión residencial también
muestra una moderación del crecimiento, tal como reflejan algunos
indicadores como la compraventa de viviendas, la adquisición de
viviendas por extranjeros y las hipotecas.
No obstante, algunos factores seguirán sosteniendo la inversión en vivienda, ya que se espera que la economía alicantina siga creando empleo,
lo que se traducirá en aumentos de la renta de los hogares. Por otra
parte, el descenso de los tipos de interés se traducirá en bajos costes
de acceso al crédito.
Incertidumbre
La actividad turística presenta un balance favorable en los tres primeros trimestres del año. El número de turistas extranjeros se incrementa un 2,8%, a pesar del menor flujo de turistas británicos (-2,2%), debido al aumento de turistas de otras procedencias, como los Países Nórdicos, que registran un aumento interanual del 8,4%.
El gasto turístico de extranjeros anota un importante crecimiento, cercano al 4%, gracias al aumento del gasto medio diario (8,7%), que compensa el descenso de la estancia media y permite incrementar el gasto medio por turista, situándolo en 1.045 euros.
Las pernoctaciones en alojamientos de mercado aumentan un 2,7%,
debido a la demanda de alojamiento en apartamentos y vivienda de
alquiler no reglada, frente a una caída de la demanda de alojamiento
hotelero.
Desde la Cámara de Comercio remarcan que los indicadores de la demanda turística nacional reflejan igualmente un aumento del gasto turístico (1,6%), un mayor número de viajes (1,5%), y un crecimiento de las pernoctaciones (2,8%), debido al aumento de las realizadas en hoteles y en segundas residencias.
Como
aspectos negativos remarcan que la revisión a la baja de las
previsiones de actividad y consumo privado de las principales economías
europeas seguirá limitando el consumo turístico de los principales
mercados.
Por otra parte, la incertidumbre respecto al Brexit
seguirá condicionando el comportamiento del mercado británico y su
capacidad de gasto, en un contexto en el que ya empieza a apreciarse un
descenso de los viajes de los británicos al exterior, apuntan desde la
Cámara alicantina.
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