ALICANTE.- Las playas de San Juan, El Postiguet, Arenales del Sol, Calpe o
la de Benidorm, todas en la costa de Alicante, están sufriendo una plaga de
carabelas portuguesas en los últimos días. La situación llegó a
tal punto durante el fín de semana, que el Ayuntamiento de Alicante izó la bandera roja en la
playa de San Juan tras conocer que decenas de Carabelas portuguesas
habían llegado a la orilla tras ser arrastradas por la corriente desde
la zona de Cádiz y Huelva.
Además, la Policía Local informó a los bañistas y usuarios de que el agua no era apta para el baño, lo que provocó una gran sorpresa y preocupación entre las numerosas personas que disfrutaban de las altas temperaturas y un sol radiante.
El Instituto de Ecología Litoral quiso tranquilizar a los bañistas al asegurar que estos animales tenderán a remitir antes de verano y cuando llegue la época de baño, a mitad del mes de junio aproximadamente, ya habrán abandonado las playas alicantinas, al igual que sucederá con las de la costa de la Región de Murcia y más concretamente las playas de Águilas.
El investigador del Instituto Español de
Oceanografía, Ignacio Franco, apunta a que suele ser por este mes de
abril y por mayo cuando nos visita esta peligrosa especie de hidrozoo,
de apariencia similar a las medusas pero más peligrosa y
letal por su alto poder urticante, ya que, como él mismo señala, su
picadura puede producir «taquicardias, vómitos, mareos, arritmias o
bajadas de tensión, por lo que provoca mucha alarma social, pero dentro
de lo peligrosa que es, no es mortal».
Franco subraya, además, que el
50% de los casos de picaduras de estas Carabelas portuguesas acaban en
hospitalización del paciente. «Por picadura de carabela portuguesa sólo
se han registrado cuatro muertes en todo el mundo en los últimos 110
años, y al año pica a 50.000 personas. Seguro que hay menos gente que
sobrevive a una picadura de abeja», explica el investigador.
«La
suerte que tenemos en España es que por nuestras costas suelen pasar a
lo largo de los meses de febrero, marzo o abril, y en mayo se ven muy
pocas, por lo que no se suelen ver en la temporada alta de baño», señala
el investigador del IEO, «no llegan a bordear el cabo de Palos,
continúan su camino hacia el este, y no hacia el norte».
Las Carabelas
portuguesas están acostumbradas a aguas oceánicas y frías, por lo que no
se sienten muy cómodas en nuestras costas y siguen un camino recto
hasta playas de Italia y Sicilia. «Si va a haber alguna más será este
mes, y quizá en mayo, pero nada más».
Aunque
esta especie pelágica tiene su hábitat en las aguas cálidas de todos
los océanos del mundo, es más habitual verla en el Atlántico. Tienen
color fosforescente, sus tentáculos pueden medir hasta 30 metros y
tienen 10 veces más veneno que un ejemplar normal. Su picadura es muy
dolorosa, causa vómitos, fiebre, parálisis momentánea, náuseas, puede dejar secuelas y cicatrices y tener consecuencias tóxicas. Sus tentáculos están provistos de ventosas urticantes capaces de paralizar a peces y también a seres humanos.
Esta ´falsa medusa´ es fácil de reconocer en el mar por su flotador de color púrpura intenso y sus largos tentáculos. Suele aparecer por el Mediterráneo a partir de febrero y su presencia en las costas murcianas suele ser a partir de abril o mayo.
Los Servicios de Emergencia de la Región indican que la única manera de evitar la venenosa picadura es no bañarse, ni siquiera en la orilla, ni mojarse con agua recogida en cubos, que puede contener fragmentos. No tocarla nunca, ni siquiera las que quedan varadas en la arena, pues el poder urticante persiste, aunque estén muertas.
Aunque no se haya tenido ningún tipo de reacción, no debemos llevarnos las manos a los ojos o la boca, ya que son zonas mucho más sensibles. Atender y seguir las indicaciones, el tratamiento y las advertencias que existan en la playa (megafonía, carteles, señales, banderas?) o difundidas a través de los medios de comunicación.
¿Qué hacer si te pica?
En primer lugar hay que retirar los restos de tentáculos que puedan haber quedado en la piel. Este proceso debe hacerse con guantes para evitar que el veneno pase también a las manos.
A continuación hay que aplicar agua salada sobre la superficie de la piel afectada. Nunca hay que utilizar agua dulce ya que, según afirma la web especializada medusas.org, esto puede provocar más dolor.
También se puede lavar la zona con agua caliente para aliviar el dolor. En este caso es preferible evitar el vinagre (que sí está indicado en algunos casos de picaduras de medusas) si la zona no se ha limpiado correctamente con anterioridad.
Una vez lavada la zona es muy importante evitar la exposición directa de la zona afectada a la luz del sol.
Del mismo modo, no es nada recomendale rascarse.
Si los síntomas de dolor y picor no disminuyen es aconsejable acudir a un centro médico para que un especialista prescriba el tratamiento más adecuado que suele consistir en cremas con corticoides e incluso la administración de antihistamínicos por vía oral.
Lo que hay que saber
Fácil de reconocer por su color púrpura
Esta ´falsa medusa´ es fácil de reconocer en el mar por su flotador de color púrpura intenso y sus largos tentáculos. Suele aparecer por el Mediterráneo a partir de febrero y su presencia en las costas murcianas suele ser a partir de abril o mayo.
¿Cómo evitar la picadura de la carabela?
Los Servicios de Emergencia de la Región indican que la única manera de evitar la venenosa picadura es no bañarse, ni siquiera en la orilla, ni mojarse con agua recogida en cubos, que puede contener fragmentos. No tocarla nunca, ni siquiera las que quedan varadas en la arena, pues el poder urticante persiste, aunque estén muertas.
¿Qué hacer si me ha tocado alguna?
Aunque no se haya tenido ningún tipo de reacción, no debemos llevarnos las manos a los ojos o la boca, ya que son zonas mucho más sensibles. Atender y seguir las indicaciones, el tratamiento y las advertencias que existan en la playa (megafonía, carteles, señales, banderas?) o difundidas a través de los medios de comunicación.
¿Qué hacer si te pica?
En primer lugar hay que retirar los restos de tentáculos que puedan haber quedado en la piel. Este proceso debe hacerse con guantes para evitar que el veneno pase también a las manos.
A continuación hay que aplicar agua salada sobre la superficie de la piel afectada. Nunca hay que utilizar agua dulce ya que, según afirma la web especializada medusas.org, esto puede provocar más dolor.
También se puede lavar la zona con agua caliente para aliviar el dolor. En este caso es preferible evitar el vinagre (que sí está indicado en algunos casos de picaduras de medusas) si la zona no se ha limpiado correctamente con anterioridad.
Una vez lavada la zona es muy importante evitar la exposición directa de la zona afectada a la luz del sol.
Del mismo modo, no es nada recomendale rascarse.
Si los síntomas de dolor y picor no disminuyen es aconsejable acudir a un centro médico para que un especialista prescriba el tratamiento más adecuado que suele consistir en cremas con corticoides e incluso la administración de antihistamínicos por vía oral.
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