VALENCIA.- Como se ha podido observar a lo largo de la serie de reportajes de El
Plural dedicados a la corrupción en la Comunitat Valenciana, existen
ciertos aspectos que son comunes a todos los casos de corrupción como por ejemplo el robo de dinero público, primeros espadas políticos como protagonistas
y un largo etcétera de datos tristemente comunes en estos casos.
Pero
hay un detalle que pocas veces se menciona pero que parece ser una
constante en los asuntos de corrupción valencianos, la unión de corruptos y prostitución. Es decir, a la sustracción de dinero público se une uno de los actos más machistas que existe, el consumo de prostitución.
Aido
Esta semana se hacía público que, el informe independiente encargado en la APCE por presunta corrupción, acusaba al senador del Partido Popular, Pedro Agramunt, de recibir sobornos por parte de Azerbayán que consistían en recibir a prostitutas de tres en tres en hoteles de lujo,
sobres con billetes de 500 euros, transferencias digitales de 15.000
euros, regalos de Hermès y, sobre todo, caviar. Pero el caso de Agramunt
no es, ni mucho menos, aislado.
En otro caso que se encuentra en instrucción, el que investiga el
presunto fraude de subvenciones de la empresa AIDO en Valencia la Unidad
de Delincuencia Económica y Financiera de la Policía Nacional investiga
si los responsable de AIDO pagaron servicios sexuales camuflados como facturas de restaurantes.
Los investigadores comprobaron que las facturas por supuestas cenas y
comidas de los directivos realmente se celebraban en clubes de alterne.
Una práctica deplorable pero, por desgracia, para nada aislada.
Emarsa
Dentro del caso Emarsa, en el que supuestamente se desfalcó la
depuradora de Pinedo en Valencia y que está a falta de sentencia, se
hicieron tristemente famosas las ‘traductoras’ rumanas. Cuando el caso
se encontraba todavía en instrucción, el ex gerente de la Empresa
Metropolitana de Aguas Residuales de Valencia S.A. (Emarsa), Esteban Cuesta, declaró ante el titular del juzgado de Instrucción número 15 de Valencia que Emarsa pagó varias noches de hotel a una mujer procedente de Rumanía para traducir documentos y proyectos.
Pero la sorpresa se produjo cuando se investigó más profundamente esta
declaración y se comprobó que la mujer tenía como domicilio un
prostíbulo. Es más, con dinero público de esta entidad se pagaron varios
viajes a Rumanía en los que, además de trabajo, se gastó el dinero de erario en sexo con prostitutas.
Parece una lamentable constante que en los casos de corrupción aparezca
siempre algún eslabón de la cadena que tenga que ver con este tipo de
servicios que, no solo se costean con dinero público, sino que denigran
sobremanera a la mujer.
Brugal
El caso más mediático y llamativo es el relacionado con el empresario alicantino Enrique Órtiz que está imputado dentro del caso Brugal junto a los exalcaldes de Alicante Sonia Castedo y Luís Díaz Alperi.
Tal y como informó El Plural, en las conversaciones grabadas por la
Policía en el marco del caso Brugal, se revela que Ortiz y el exdirector
general de Bancaja Aurelio Izquierdo disfrutaban de esparcido ocio en
el yate del constructor.
En esas grabaciones Ortiz e Izquierdo hablan de manera abierta sobre sus juergas sexuales con prostitutas.
En una de ellas, Ortiz propone un viaje en barco por el Mediterráneo
junto a dos “paquetes”. El trato que se da a las mujeres es ofensivo y
machista.
“Oye, ¿y tu paquete es español o qué?”, pregunta Izquierdo, a lo que
Ortiz responde: “Es portugués”. “Qué bueno, oye, qué rico, y es
jovencita”, pregunta el entonces directivo de Bancaja. El empresario
responde afirmativamente.
La relación entre Ortiz e Izquierdo era íntima, como desvelan las
grabaciones, en las que pueden escucharse frases como: “Venga niño, no
te pajees mucho” o “yo lo que quiero es follármela”. Y
los favores eran mutuos. El exdirector general de la caja se puso en
contacto con el constructor para que intentara “colocar” a una amiga, a
"la chiquita esa, de lo que sea... Pero no hace falta ni que le
paguen... aunque sea el salario mínimo...".
Gürtel.
Y como siempre, no podía faltar el perejil de todas las salsas, el cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, a quien el garganta profunda del caso, José Luis Peñas, le grabó una conversación hablando de una fiesta en casa del alcalde de La Nucia (Alicante).
Correa tenía como táctica habitual hacer orgías con prostitutas para
cerrar tratos y, sus visitas a la Comunitat Valenciana no iban a ser
diferentes.
En las grabaciones se escucha a Correa contarle a Peñas sobre su
participación en una fiesta organizada en el chalé de Bernabé Cano,
alcalde de La Nucia, y más conocido como 'El Choco' con “cinco tías impresionantes”.
En los audios se oye a Correa decir: "Bernabé nos dijo que nos iba a
montar una de puta madre con tías en su pueblo. Fuimos a cenar y cuando
me quise dar cuenta había cinco tías impresionantes".
Y explica que, en aquella orgía estuvo una chica de "25 añitos, muy
discreta, educada, calladita", al parecer de Europa del Este. En la
misma ‘fiesta’, el ahora condenado dice que otro de los imputados en el
caso, Jacobo Gordón, "se llevó una tía guapísima a la habitación. Todos los demás estaban allí en pelotas, cada uno con una tía".
Además de la constante del uso de prostitutas en este tipo de casos,
hay otra cosa habitual, y es el lenguaje despectivo a la hora de hablar
sobre el sexo que realizan con estas mujeres a la que, casi todos ellos,
consideran meros objetos de placer.
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