ALICANTE.- El sector de la construcción en la provincia cerrará 2008 con un balance insospechado a principios de año, ni en la peor de las previsión posibles. Las estadísticas oficiales del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Alicante (Cooata) muestran que hasta el pasado mes de octubre tan sólo se habían inciado 8.291 viviendas, una cantidad que si sigue la tendencia de ajuste, entorno a 300 casas/mensuales desde agosto, supondría que el ejercicio concluiría ya no por debajo de las 10.000, si no incluso de las 9.000, como recoge "Las Provincias".
El presidente de los aparejadores, Antonio Morata, reconoció en un encuentro con los medios de comunicación que "la situación es muy preocupante", ya que la caída de las viviendas nuevas visadas de dirección de ejecución material alcanza el 70% en los diez primeros meses del año en comparación con las registradas en el mismo periodo de 2007. Una extrapolación con la previsión de datos para noviembre y diciembre dejaría un volumen global de apenas 8.799 casas.
Morata advierte que "lo peor de todo es que no sabemos cuando podrá comenzar la recuperación, porque es evidente que 2009 no prevé un repunte de la actividad".
Precisamente, la evolución más negativa en la actividad constructora en el territorio alicantino se ha producido a partir del verano, con descensos del 82% en agosto, 87% en septiembre y el 79% de octubre. De hecho, las 824 casas iniciadas en la suma de estos meses, están muy lejos de las 1.005 que se contabilizaron durante sólo el pasado julio.
En un extenso informe sobre el sector constructor alicantino, el pasado 2 de noviembre, el desplome de la actividad ha sido generalizado por todas las comarcas. Eso sí, hay casos que llaman especialmemte la atención como sucede con Benidorm, que en diez meses sólo ha puesto en marcha 14 viviendas. Se trata de un 97,5% menos.
En el caso de la ciudad de Alicante, el porcentaje negativo también es demoledor, con un 83,9% menos de casas nuevas, para un total de 541. Por su parte, Elche llega a 917, y amortigua la caída hasta un valor negativo del 54,6%.
Morata reconoce que los propios profesionales colegiados sufren ya las consencuencias, sobre todo, aquellos que son asalariados de promotoras, que en muchos casos se han visto abocados al desempleo ante el panorama actual.
Y es que, aunque al final se llegará a 9.000 viviendas el 31 de diciembre, el ejercicio no tendría otra valoración que la de "catastrófico", ya que cualquiera de esos números estarían muy lejos de las 31.655 viviendas que se registraron en el Colegio de Aparejadores en todo 2007, y más aún de las 48.133 alcanzadas de 2006 y las 52.737 de 2004, cuando se estableció un máximo.
El presidente de los aparejadores, Antonio Morata, reconoció en un encuentro con los medios de comunicación que "la situación es muy preocupante", ya que la caída de las viviendas nuevas visadas de dirección de ejecución material alcanza el 70% en los diez primeros meses del año en comparación con las registradas en el mismo periodo de 2007. Una extrapolación con la previsión de datos para noviembre y diciembre dejaría un volumen global de apenas 8.799 casas.
Morata advierte que "lo peor de todo es que no sabemos cuando podrá comenzar la recuperación, porque es evidente que 2009 no prevé un repunte de la actividad".
Precisamente, la evolución más negativa en la actividad constructora en el territorio alicantino se ha producido a partir del verano, con descensos del 82% en agosto, 87% en septiembre y el 79% de octubre. De hecho, las 824 casas iniciadas en la suma de estos meses, están muy lejos de las 1.005 que se contabilizaron durante sólo el pasado julio.
En un extenso informe sobre el sector constructor alicantino, el pasado 2 de noviembre, el desplome de la actividad ha sido generalizado por todas las comarcas. Eso sí, hay casos que llaman especialmemte la atención como sucede con Benidorm, que en diez meses sólo ha puesto en marcha 14 viviendas. Se trata de un 97,5% menos.
En el caso de la ciudad de Alicante, el porcentaje negativo también es demoledor, con un 83,9% menos de casas nuevas, para un total de 541. Por su parte, Elche llega a 917, y amortigua la caída hasta un valor negativo del 54,6%.
Morata reconoce que los propios profesionales colegiados sufren ya las consencuencias, sobre todo, aquellos que son asalariados de promotoras, que en muchos casos se han visto abocados al desempleo ante el panorama actual.
Y es que, aunque al final se llegará a 9.000 viviendas el 31 de diciembre, el ejercicio no tendría otra valoración que la de "catastrófico", ya que cualquiera de esos números estarían muy lejos de las 31.655 viviendas que se registraron en el Colegio de Aparejadores en todo 2007, y más aún de las 48.133 alcanzadas de 2006 y las 52.737 de 2004, cuando se estableció un máximo.
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