VALENCIA.- La primera subasta para inyectar liquidez en el sistema financiero se celebró con un relativo fracaso si tenemos en cuenta que uno de los motivos de la sequía de créditos son las necesidades de dinero por parte de las entidades bancarias. Sólo 28 firmas, entre ellas Bancaja, Caja Mediterráneo (CAM) y La Caixa -no así Caixa Ontinyent-, acudieron a la subasta, según recoge "Levante".
Son pocas si tenemos en cuenta que el subsector de las cajas está integrado por más de cuarenta, así como el atomizado mundo de las cooperativas de crédito, además de los bancos. Asimismo, el Tesoro compró activos por tan sólo 2.115 de los 5.000 millones previstos como límite, un dato, equivalente al 42,3% del total, que el presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO) calificó de "mala noticia".
Martínez señaló que "parecía razonable que hubieran acudido más entidades a la subasta" y barajó la posibilidad de que la baja asistencia a la subasta se deba al "miedo" de muchas entidades a sufrir una "penalización" de conocerse su presencia en el proceso.
Las cajas de ahorro consideran que las entidades se han reservado para la siguiente subasta del Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF), que tendrá lugar el 11 de diciembre, ante la previsión de que el tipo de interés sea más bajo, lo que conllevará unos menores costes, según indicaron fuentes del mercado.
En total, se realizaron operaciones con 23 entidades. Fuentes oficiales, tanto de Bancaja como de la CAM, consultadas por "Levante" no quisieron revelar si se encuentran entre ellas -el Banco Sabadell admitió que sí-y remitieron para obtener esa información a la Dirección General del Tesoro, que ya ha comunicado que los datos relativos a esta subasta y la posterior los dará dentro de cuatro meses el vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, durante una comparecencia en el Congreso de los Diputados.
Durante los dos primeros días de esta semana, 28 entidades financieras presentaron 70 ofertas para participar en la subasta y solicitaron 4.562 millones de euros del máximo de 5.000 millones disponibles en la puja.
Según fuentes del sector, varias entidades, entre ellas Caja Vital, Caja Cantabria y Caja Castilla-La Mancha, ni siquiera solicitaron participar en la primera subasta, mientras que sí lo habrían hecho la mayoría de las de gran tamaño.
En la subasta, el fondo compró activos a las 23 entidades en operaciones de compraventa dobles, es decir, con pacto de recompra a un interés marginal del 3,150% y con un plazo de vencimiento de dos años.
De esas ofertas, el comité ejecutivo del fondo aceptó 51, que correspondían a 23 entidades, por lo que 5 de ellas -entre las que está La Caixa- quedaron fuera.
En la puja, el fondo adquirió temporalmente cédulas hipotecarias, bonos de titulización de activos y bonos de titulización hipotecaria que estuviesen respaldados por créditos concedidos a particulares, empresas y entidades no financieras.
Son pocas si tenemos en cuenta que el subsector de las cajas está integrado por más de cuarenta, así como el atomizado mundo de las cooperativas de crédito, además de los bancos. Asimismo, el Tesoro compró activos por tan sólo 2.115 de los 5.000 millones previstos como límite, un dato, equivalente al 42,3% del total, que el presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO) calificó de "mala noticia".
Martínez señaló que "parecía razonable que hubieran acudido más entidades a la subasta" y barajó la posibilidad de que la baja asistencia a la subasta se deba al "miedo" de muchas entidades a sufrir una "penalización" de conocerse su presencia en el proceso.
Las cajas de ahorro consideran que las entidades se han reservado para la siguiente subasta del Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF), que tendrá lugar el 11 de diciembre, ante la previsión de que el tipo de interés sea más bajo, lo que conllevará unos menores costes, según indicaron fuentes del mercado.
En total, se realizaron operaciones con 23 entidades. Fuentes oficiales, tanto de Bancaja como de la CAM, consultadas por "Levante" no quisieron revelar si se encuentran entre ellas -el Banco Sabadell admitió que sí-y remitieron para obtener esa información a la Dirección General del Tesoro, que ya ha comunicado que los datos relativos a esta subasta y la posterior los dará dentro de cuatro meses el vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, durante una comparecencia en el Congreso de los Diputados.
Durante los dos primeros días de esta semana, 28 entidades financieras presentaron 70 ofertas para participar en la subasta y solicitaron 4.562 millones de euros del máximo de 5.000 millones disponibles en la puja.
Según fuentes del sector, varias entidades, entre ellas Caja Vital, Caja Cantabria y Caja Castilla-La Mancha, ni siquiera solicitaron participar en la primera subasta, mientras que sí lo habrían hecho la mayoría de las de gran tamaño.
En la subasta, el fondo compró activos a las 23 entidades en operaciones de compraventa dobles, es decir, con pacto de recompra a un interés marginal del 3,150% y con un plazo de vencimiento de dos años.
De esas ofertas, el comité ejecutivo del fondo aceptó 51, que correspondían a 23 entidades, por lo que 5 de ellas -entre las que está La Caixa- quedaron fuera.
En la puja, el fondo adquirió temporalmente cédulas hipotecarias, bonos de titulización de activos y bonos de titulización hipotecaria que estuviesen respaldados por créditos concedidos a particulares, empresas y entidades no financieras.
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