ALICANTE.- Esquerra Unida (EU) ha expresado su rechazo al proyecto de ampliación del puerto de Alicante hacia la zona sur del litoral alicantino por "su negativo impacto ambiental, paisajístico y social".
A través de una nota informativa, EU ha asegurado que esta actuación supondría ocupar cerca de 500.000 metros cuadrados del Lugar de Interés Comunitario (LIC) de Tabarca, eliminar la playa de San Gabriel y "cerrar con una fachada industrial" el borde marítimo del Parque del Palmeral de Alicante.
La Unión Europea (UE) prevé invertir unos veinte millones de euros en el puerto de Alicante hasta 2013 para la ampliación y mejora de la zona sur de la terminal, con el objetivo de asegurar su capacidad operativa más allá del horizonte 2020.
La ampliación supondrá la construcción de nuevos muelles, 1.000 metros lineales de amarre, 14 metros de calado, 320.000 metros cuadrados de superficie de agua y 270.000 metros cuadrados de explanada.
El anuncio de esta inversión europea en el puerto de Alicante tuvo lugar durante la visita que realizó el president de la Generalitat, Francisco Camps, y la comisaria de Desarrollo Regional de la UE, Danuta Hübner, a la estación portuaria.
Este plan, que, en opinión de EU, pretende ubicar una segunda terminal de contenedores, supondría -añade la formación- ocupar directamente en torno a medio millón de metros cuadrados del LIC de Tabarca, "un espacio natural protegido por la Unión Europea fundamentalmente por los valores ambientales de sus fondos marinos".
"Es evidente el brutal impacto negativo que generará, pues se producirán cambios en las dinámicas de las corrientes litorales y un aumento de la contaminación de las aguas circundantes", añaden.
Por otra parte, la nueva ampliación portuaria conllevaría "eliminar de un plumazo la playa de San Gabriel y cerrar con una fachada industrial el borde marítimo del parque del Palmeral".
Por otra parte, los trabajadores del Puerto de Alicante se reunieron para analizar la grave situación económica por la que atraviesa con la marcha de tráficos como la línea de Boluda que enlaza con Baleares, la pérdida de tráfico siderúrgico y de graneles.
El encuentro servió de presentación de la Asociación de Trabajadores Dependientes del Puerto de Alicante (ATDAPA) que lleva más de un año en funcionamiento y que surgió para defender los intereses laborales frente a la oposición vecinal a la ampliación del Puerto.
El presidente de ATDAPA, Antonio López, recordó que para el conjunto de la actividad la marcha de Boluda puede provocar unas consecuencias "gravísimas" en puestos de trabajo y puede acarrear sobrecostes en los productos alicantinos que se transportaban a través de estas líneas. En definitiva, López explicó que se trata de una pérdida de competitividad del Puerto.
En todo caso, López descartó, en principio, que se adopten medidas contundentes para frenar la situación. Y es que, prefieren darle un voto de confianza al nuevo presidente, que ayer mismo tomaba posesión del cargo.
Los trabajadores consideran que además de la crisis, el conflicto de los graneles y la oposición vecinal a la construcción de los silos de cemento en la zona de ampliación son, en opinión de la comunidad portuaria, dos de los motivos por los que el Puerto de Alicante ha perdido tráficos en los últimos dos años y medio, según expusieron en su día.
Lo que está claro es que los datos son reveladores. Sólo la marcha de Boluda dejará al Puerto de Alicante con un 90% menos de tráfico ro-ro (que hasta ahora lideraba y con un 20% menos de actividad. Esto se suma al descenso del 20% en el tráfico de mercancías registrado en los primeros diez meses del año, en comparación con el mismo periodo de 2007, y una caída del 4,15% en el movimiento de barcos atracados en el Puerto, según los datos de Puertos del Estado facilitados este mismo mes por la Autoridad Portuaria de Alicante.
Con este panorama, la comunidad portuaria tiene su vista puesta en la nueva y polémica zona de ampliación. La instalación de los megasilos de cemento o la continuidad de la planta de fertilizantes son la salida a esta crisis.
En su primer discurso tras tomar posesión ayer del cargo, el nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, Miguel Campoy, aseguró que las infraestructuras del recinto son fruto "de la apuesta decidida" de la Generalitat y del presidente Camps.
Campoy, que hasta que fue designado por Camps para presidir el puerto era diputado en el Congreso por el PP, realizó este elogio tras asegurar que no llega "para hacer política" sino para "gestionar sin compromisos en beneficio de toda la comunidad portuaria y de nuestra ciudad".
El guante fue recogido por el presidente de Puertos del Estado, Mariano Navas, quien en su discurso posterior recordó el papel del Ejecutivo central en los puertos y su inversión en Alicante.
Por otra parte, los trabajadores del Puerto de Alicante se reunieron para analizar la grave situación económica por la que atraviesa con la marcha de tráficos como la línea de Boluda que enlaza con Baleares, la pérdida de tráfico siderúrgico y de graneles.
El encuentro servió de presentación de la Asociación de Trabajadores Dependientes del Puerto de Alicante (ATDAPA) que lleva más de un año en funcionamiento y que surgió para defender los intereses laborales frente a la oposición vecinal a la ampliación del Puerto.
El presidente de ATDAPA, Antonio López, recordó que para el conjunto de la actividad la marcha de Boluda puede provocar unas consecuencias "gravísimas" en puestos de trabajo y puede acarrear sobrecostes en los productos alicantinos que se transportaban a través de estas líneas. En definitiva, López explicó que se trata de una pérdida de competitividad del Puerto.
En todo caso, López descartó, en principio, que se adopten medidas contundentes para frenar la situación. Y es que, prefieren darle un voto de confianza al nuevo presidente, que ayer mismo tomaba posesión del cargo.
Los trabajadores consideran que además de la crisis, el conflicto de los graneles y la oposición vecinal a la construcción de los silos de cemento en la zona de ampliación son, en opinión de la comunidad portuaria, dos de los motivos por los que el Puerto de Alicante ha perdido tráficos en los últimos dos años y medio, según expusieron en su día.
Lo que está claro es que los datos son reveladores. Sólo la marcha de Boluda dejará al Puerto de Alicante con un 90% menos de tráfico ro-ro (que hasta ahora lideraba y con un 20% menos de actividad. Esto se suma al descenso del 20% en el tráfico de mercancías registrado en los primeros diez meses del año, en comparación con el mismo periodo de 2007, y una caída del 4,15% en el movimiento de barcos atracados en el Puerto, según los datos de Puertos del Estado facilitados este mismo mes por la Autoridad Portuaria de Alicante.
Con este panorama, la comunidad portuaria tiene su vista puesta en la nueva y polémica zona de ampliación. La instalación de los megasilos de cemento o la continuidad de la planta de fertilizantes son la salida a esta crisis.
En su primer discurso tras tomar posesión ayer del cargo, el nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, Miguel Campoy, aseguró que las infraestructuras del recinto son fruto "de la apuesta decidida" de la Generalitat y del presidente Camps.
Campoy, que hasta que fue designado por Camps para presidir el puerto era diputado en el Congreso por el PP, realizó este elogio tras asegurar que no llega "para hacer política" sino para "gestionar sin compromisos en beneficio de toda la comunidad portuaria y de nuestra ciudad".
El guante fue recogido por el presidente de Puertos del Estado, Mariano Navas, quien en su discurso posterior recordó el papel del Ejecutivo central en los puertos y su inversión en Alicante.
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