LIVERPOOL.- La cadenas hoteleras presentes en la promoción que desarrolla la Conselleria de Turismo en Liverpool y Birmingham se quedaron ayer sorprendidas al comprobar que este invierno les ha salido un nuevo competidor para captar turismo británico, según "Información".
Agencias de viajes de los tour operadores Thomson y Thomas Cook ofrecen estancias de dos semanas en Lanzarote por 350 euros (vuelo y alojamiento) una cantidad que contrasta significativamente con los 600 euros por los que un turista británico puede disfrutar este invierno en un hotel de Benidorm, de cuatro estrellas y en régimen de todo incluido.
El presidente de los hoteleros de Benidorm, Antonio Mayor, comentó ayer que Canarias está sufriendo en estos momentos, además de la recesión económica, la crisis que le ha supuesto el que en los últimos años haya incrementado significativamente su planta hotelera. "Hubo rumores de que iba a haber una moratoria y todo el mundo comenzó a construir plazas a toda velocidad y ahora hay que llenarlas, algo complicado en estos tiempos".
Los hoteleros de la Costa Blanca confían, sin embargo, en poder mantener el alto grado de fidelidad que tienen los turistas británicos y que está en estos momentos en el 70%. Los empresarios concentrados en Liverpool aseguraron que "sería un error bajar los precios porque las ofertas tan baratas de Canarias habría que ver lo que tienen detrás".
Por su parte, la consellera de Turismo, Angélica Such, presidió ayer en el edificio ST George de Liverpool la primera promoción directa que realiza la Comunidad Valenciana en una ciudad que envía miles de turistas todos los años a la Costa Blanca, bien a través de tour operadores o gracias a los dos vuelos diarios que conectan El Altet con el aeropuerto John Lennon.
Such estuvo acompañada por 50 ejecutivos de ventas de las principales cadenas hoteleras de la provincia y, con ellos, el presidente de Hosbec, Toni Mayor, quien valoró positivamente una iniciativa que se produce en un momento de recesión económica general en la UE y quizá todavía más grave en el Reino Unido, desde donde todos los años llegan dos millones de turistas a la Costa Blanca.
La jornada comenzó con una visita institucional al alcalde de Liverpool, Steve Rotheram, continuó con una muestra de miniferia en la estación central del ferrocarril -45.000 pasajeros diarios- y finalizó con una cena en la que hubo sorteo de viajes a la Comunidad con estancias que habían regalado las cadenas hoteleras.
Gran Bretaña continúa siendo el principal mercado emisor de turistas a la Comunidad con cerca de 2,8 millones de visitantes este año, de los que el 90% eligen la playas de la Costa Blanca que, no en vano, está conectada con 22 aeropuertos británicos de forma directa.
Hasta el pasado agosto el turismo inglés había crecido un 1% y supuesto el 55% de todos los turistas extranjeros que habían llegado a la provincia. Un mercado clave que, por otro lado, está sufriendo cambios importantes en los últimos años que obligan a replantearse la estrategia promocional.
En este sentido, un informe hecho público ayer revela que el perfil del turista inglés es el de un persona de entre 24 y 44 años que se aloja en establecimientos no hoteleros, viaja en avión de línea regular de bajo coste y sin paquete turístico.
Al margen de la playa y el paseo, los ingleses muestran ahora mayor curiosidad por la cultura y la gastronomía. Crece el interés por las escapadas y por ello a la Costa Blanca le pueden salir rivales nuevos dentro de España como la cornisa cantábrica, Zaragoza y Castilla-León.
Agencias de viajes de los tour operadores Thomson y Thomas Cook ofrecen estancias de dos semanas en Lanzarote por 350 euros (vuelo y alojamiento) una cantidad que contrasta significativamente con los 600 euros por los que un turista británico puede disfrutar este invierno en un hotel de Benidorm, de cuatro estrellas y en régimen de todo incluido.
El presidente de los hoteleros de Benidorm, Antonio Mayor, comentó ayer que Canarias está sufriendo en estos momentos, además de la recesión económica, la crisis que le ha supuesto el que en los últimos años haya incrementado significativamente su planta hotelera. "Hubo rumores de que iba a haber una moratoria y todo el mundo comenzó a construir plazas a toda velocidad y ahora hay que llenarlas, algo complicado en estos tiempos".
Los hoteleros de la Costa Blanca confían, sin embargo, en poder mantener el alto grado de fidelidad que tienen los turistas británicos y que está en estos momentos en el 70%. Los empresarios concentrados en Liverpool aseguraron que "sería un error bajar los precios porque las ofertas tan baratas de Canarias habría que ver lo que tienen detrás".
Por su parte, la consellera de Turismo, Angélica Such, presidió ayer en el edificio ST George de Liverpool la primera promoción directa que realiza la Comunidad Valenciana en una ciudad que envía miles de turistas todos los años a la Costa Blanca, bien a través de tour operadores o gracias a los dos vuelos diarios que conectan El Altet con el aeropuerto John Lennon.
Such estuvo acompañada por 50 ejecutivos de ventas de las principales cadenas hoteleras de la provincia y, con ellos, el presidente de Hosbec, Toni Mayor, quien valoró positivamente una iniciativa que se produce en un momento de recesión económica general en la UE y quizá todavía más grave en el Reino Unido, desde donde todos los años llegan dos millones de turistas a la Costa Blanca.
La jornada comenzó con una visita institucional al alcalde de Liverpool, Steve Rotheram, continuó con una muestra de miniferia en la estación central del ferrocarril -45.000 pasajeros diarios- y finalizó con una cena en la que hubo sorteo de viajes a la Comunidad con estancias que habían regalado las cadenas hoteleras.
Gran Bretaña continúa siendo el principal mercado emisor de turistas a la Comunidad con cerca de 2,8 millones de visitantes este año, de los que el 90% eligen la playas de la Costa Blanca que, no en vano, está conectada con 22 aeropuertos británicos de forma directa.
Hasta el pasado agosto el turismo inglés había crecido un 1% y supuesto el 55% de todos los turistas extranjeros que habían llegado a la provincia. Un mercado clave que, por otro lado, está sufriendo cambios importantes en los últimos años que obligan a replantearse la estrategia promocional.
En este sentido, un informe hecho público ayer revela que el perfil del turista inglés es el de un persona de entre 24 y 44 años que se aloja en establecimientos no hoteleros, viaja en avión de línea regular de bajo coste y sin paquete turístico.
Al margen de la playa y el paseo, los ingleses muestran ahora mayor curiosidad por la cultura y la gastronomía. Crece el interés por las escapadas y por ello a la Costa Blanca le pueden salir rivales nuevos dentro de España como la cornisa cantábrica, Zaragoza y Castilla-León.
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