Aunque el detonante de las manifestaciones -en las que se oyeron lemas como "¡la solución, regulación!", o "¡somos ingenieros, no fontaneros!"- es la adaptación del sistema universitario al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), el llamado proceso de Bolonia, su gran reivindicación es antigua: lograr competencias profesionales asociadas al título de Informática, igual que las tienen la mayoría de ingenierías, y carreras como Arquitectura y Medicina.
Los informáticos argumentan que esas atribuciones dotarían al sector de un estándar de seguridad que hoy no está garantizado. En el fondo late también el rechazo a que personas sin estudios universitarios o provenientes de otras titulaciones -como Física, Matemáticas o Ingeniería en Telecomunicaciones (que sí tiene atribuciones profesionales)- compitan por los mismos puestos de trabajo.
La movilización, de ámbito estatal, reclama además al Gobierno que las futuras carreras de Informática adaptadas al EEES incluyan unos contenidos mínimos, para evitar la dispersión de un título ahora claramente identificable por la sociedad. El problema es que el Ejecutivo ha restringido el establecimiento de contenidos mínimos (las llamadas "fichas de directrices") a aquellas titulaciones que cuentan con competencias profesionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario