El Pontífice hizo estas manifestaciones ante unas ocho mil personas que asistieron en el Aula Pablo VI del Vaticano a la audiencia pública de los miércoles, en la que recordó que la fiesta más antigua de la cristiandad no es la Navidad, sino la Pascua, "ya que la resurrección de Cristo funda la fe cristiana".
En referencia a la Navidad, el Obispo de Roma manifestó que el primero que afirmó con claridad que Jesús nació el 25 de diciembre fue Hipólito de Roma al comentar el Libro del Profeta Daniel, en el año 204.
En la cristiandad, añadió, la fiesta de la Navidad asumió su forma definitiva en el siglo IV, cuando tomó el puesto de la fiesta romana del "Sol Invictus", el "Sol invencible", "y se evidenció que el nacimiento de Cristo es la victoria de la verdadera luz sobre la tiniebla del mal y del pecado".
"En el Niño Jesús se manifiesta Dios-amor. Dios viene sin armas, sin la fuerza, ya que no pretende conquistar desde fuera, sin que quiere ser acogido por el hombre desde la libertad. Dios se hace Niño inerme para vencer la soberbia, la violencia, el ansia de poder del hombre", subrayó el Papa.
El Pontífice agregó que en Jesús, Dios asumió la condición de pobre y desarmado para vencer con el amor y conducir al hombre a su verdadera identidad.
Benedicto XVI recordó las palabras de Jesús: "Si no os convertís y no os volvéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos" y agregó que "quien no haya entendido el misterio de la Navidad, no ha entendido el elemento decisivo de la existencia cristiana, quien no acoge a Jesús con corazón de niño, no podrá entrar en el Reino de los Cielos".
El Papa también recordó que fue San Francisco de Asís quien relanzó la costumbre de instalar un Portal de Belén en esta fecha, inspirado en su peregrinación a Tierra Santa y en el Nacimiento que se colocaba en la basílica de Santa María la Mayor de Roma y el Nacimiento viviente de Greccio, pueblo cercano a Roma, uno de los más sugestivos de Italia.
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